Amar la verdad
P. Fernando Pascual
16-5-2024
Amar la verdad: parece
sencillo, incluso lo deseamos desde lo más hondo del alma.
Luego descubrimos que no
resulta fácil, sea porque hace falta estudio, sea porque hay verdades que
incomodan.
Pero si comprendemos que la
verdad nos permite conocer personas, cosas, situaciones, y si recordamos que la
vida es bella cuando nos guiamos desde la verdad, entonces emprendemos con
gusto el camino hacia ella.
Con frecuencia se define a la
filosofía como amor por la verdad. Sin embargo, causa extrañeza encontrarnos
tantos errores entre los filósofos.
El verdadero filósofo, tal y
como lo describieron Sócrates, Platón y Aristóteles, busca con energía la
verdad. Si alguno se equivoca ello se debe a que no es un auténtico filósofo, o
al hecho de haber cometido un error de modo involuntario.
Por eso, todos tenemos un alma
de filósofos, porque deseamos huir de errores y engaños, y avanzar poco a poco
hacia la verdad.
Para ello, hace falta
comprometerse en el estudio, escoger y llevar a cabo buenas lecturas, escuchar
a personas sensatas y honestas.
Al mismo tiempo, el amor por
la verdad nos lleva a reflexionar y evaluar cualquier dato que aparezca ante
nuestros ojos, para identificar si nos ayuda en la búsqueda o nos desvía hacia
el error.
Amar la verdad: es una de las
dimensiones más hermosas de la existencia humana, por la que vale la pena un
esfuerzo continuo por mejorar nuestras habilidades intelectuales y por acceder
a buenas lecturas y a sabios compañeros de camino.
Desde ese amor a la verdad,
hoy podré separarme de errores, poner entre paréntesis informaciones no
seguras, y acoger con gozo reflexiones y datos que me permitan conocer mejor
ese mundo en el que se desarrolla mi existencia terrena.