Libertad y elecciones
equivocadas
P. Fernando Pascual
30-5-2024
Somos libres y podemos escoger
entre diversas opciones. Esas opciones pueden ser buenas o malas, ventajosas o
dañinas. Todo depende de lo que elijamos.
El ejercicio continuo de la libertad
nos pone ante un gran problema: el de las elecciones equivocadas.
Hay elecciones equivocadas de
diverso tipo. Unas, cuando confundimos una pastilla por otra. Otras, cuando
dejamos que la pasión nos ciegue y golpeamos a un inocente en un momento de
rabia.
Vemos, por lo tanto, que nos
equivocamos no solo cuando confundimos, por ignorancia, una opción por otra,
sino, sobre todo, cuando desviamos nuestra voluntad hacia el pecado.
Las elecciones equivocadas,
luego, tienen sus consecuencias. El error en la pastilla puede provocar un
fuerte dolor de cabeza o dolores estomacales de mayor o menor importancia.
Otros errores, por ignorancia
o por pasión, provocan daños en uno mismo (el corazón empieza a sentir
remordimiento) y en otros, sobre todo cuando hemos dañado a quienes queremos.
Algunos pueden sentir miedo
ante su libertad y sus potenciales riesgos. Pero nadie puede substraerse a
ejercer esa libertad, a tomar cada día decisiones concretas que pueden ser
mejores o peores.
Frente al riesgo de las
elecciones equivocadas, necesitamos paz interior, para que no nos cieguen las
pasiones, y mayor desprendimiento respecto de nuestros intereses egoístas.
Ver con calma cada
alternativa, y fomentar una actitud generosa y llena de auténtico amor a Dios y
a los demás, será de gran ayuda para evitar elecciones equivocadas, y para
promover aquellas que nos permitan avanzar hacia bienes verdaderos y hacia un
continuo crecimiento en el amor.