Docilidad y prudencia
P. Fernando Pascual
19-6-2024
Entre las dimensiones de la
prudencia, encontramos una que merece una reflexión atenta: la docilidad.
Hay un texto de santo Tomás de
Aquino que puede ayudarnos en esta reflexión. Se encuentra en la Suma
teológica (II-II, q. 49, a. 3).
Desde una tradición que viene
del mundo griego, especialmente de Aristóteles, santo Tomás recuerda que la
prudencia es la virtud que se refiere a las acciones particulares.
Salir más temprano o más
tarde, poner más o menos sal en esta sopa, responder ante este insulto o
aguantar: son acciones concretas sobre las que no resulta fácil encontrar
pistas para decidir correctamente.
Tomás recuerda que existe una
diversidad “casi infinita” de modos diferentes de actuar, y analizar tantos
modos exige mucho tiempo.
Por eso, añadía, “en materia
de prudencia, necesita el hombre de la instrucción de otros, sobre todo de los
ancianos, que han logrado ya un juicio equilibrado sobre los fines de las
operaciones”.
La idea viene de Aristóteles,
y la encontramos en la Biblia, que es citada aquí por santo Tomás: “No te
apoyes en tu prudencia” (Prov 3,5); “busca la
compañía de los ancianos, y, si hallas algún sabio, allégate a él” (Eclo -Si- 6,34).
La docilidad entra así como
elemento de la prudencia, al ayudarnos a “recibir la instrucción de otros”,
concluye el texto que estamos citando.
La enseñanza parece clara,
pero no resulta fácil encontrar personas experimentadas y buenas a las que
podamos pedir ayuda en las diferentes situaciones de la vida.
Aunque haya dificultades,
incluso aunque se produzcan decepciones (alguien que parecía buen consejero no
lo era), necesitamos buscar a quienes nos instruyan antes de tomar decisiones,
sobre todo en los asuntos más importantes.
Cuando encontremos a un buen
consejero, la docilidad nos ayudará a recurrir a él para acoger sus enseñanzas.
Desde luego, al final la decisión estará en nuestras manos, pero podremos
tomarla mejor cuando acompañamos la virtud de la prudencia con esa docilidad
que nos permite recibir consejos sabios y enriquecedores.