Fundamentos de la dignidad
humana
P. Fernando Pascual
7-7-2024
Se habla mucho de dignidad
humana. No siempre se indican los fundamentos o presupuestos desde los cuales
podemos exponer adecuadamente lo que se refiere a esa dignidad.
La dignidad humana no puede
basarse en consensos, que se fraguan en un momento y se destruyen al poco
tiempo, ni en votaciones de los sistemas considerados democráticos.
Tampoco puede basarse en las
decisiones de gobiernos de tipo autoritario: un tema tan importante no debería
elaborarse desde los criterios de quienes asumen un poder excesivo sobre la
sociedad.
Tampoco puede construirse
desde opiniones subjetivas. Aunque un gran número de personas reconocen la
dignidad propia y de otros seres humanas, han existido y existen miles de
personas que niegan la dignidad de sus semejantes.
La dignidad humana surge desde
una reflexión seria y completa sobre lo que significa existir como seres
humanos, sobre el puesto del hombre en el universo, y sobre las relaciones que
existen entre el hombre y Dios en cuanto Creador y origen de todo lo creado.
Esa reflexión hará evidente
que la dignidad surge desde esa condición espiritual que caracteriza al hombre
en cuanto hombre, y que diversos filósofos han identificado, sobre todo, en el
alma, sin excluir su rica e irrenunciable relación con el cuerpo.
Esa reflexión se hace más
completa en la Revelación cristiana, que desvela cómo el universo tiene un
sentido, cómo Dios ha creado a los humanos a su imagen y semejanza (cf. Gen
1,26-27), y cómo la plenitud se alcanza en Cristo, Hijo del Padre e Hijo de la
Virgen María.
Para profundizar en este tema,
contamos con un reciente documento de la Iglesia católica, que presenta la
importancia de la dignidad humana en un doble acercamiento: cómo comprenderla y
fundamentarla, y cuáles sean aquellos ámbitos en los que resulta urgente
reconocer y defender a cada ser humano en su dignidad.
Ese documento, una declaración
titulada Dignitas infinita, fue publicada el 8 de abril de 2024 por el
prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la fe. Gracias al mismo podemos
encontrar fundamentos sólidos para hablar sobre la dignidad de cada ser humano;
es decir, sobre la dignidad de uno mismo y de todos aquellos que comparten el
gran misterio de haber sido creados directamente por un Dios que nos ama.