Mundo indeterminado y
responsabilidad humana
P. Fernando Pascual
13-7-2024
En un mundo donde todo
estuviera determinado, no habría espacio para la libertad ni para la
responsabilidad.
Una guerra iniciaría porque
era necesario que así ocurriera. Un crimen sería inevitable, porque estaría
sometido a férreas leyes determinísticas.
En cambio, en un mundo donde
hay espacio para lo indeterminado, resulta posible que haya libertad y, por lo
tanto, que haya también responsabilidad.
Existen fenómenos que
observamos sometidos a leyes inflexibles que no permiten excepciones. Respecto
de esos fenómenos todo está determinado.
Pero el mundo humano se
caracteriza por una continua indeterminación, que pone en jaque cualquier
esfuerzo que hagamos por conocer exactamente qué harán las personas que
escriben diariamente nuevas páginas de historia.
Ante el mundo indeterminado
podemos sentir inseguridad, angustia, miedo. No tenemos asegurada la fidelidad
de ningún amigo, ni la honestidad de ningún funcionario público.
Nosotros mismos reconocemos
nuestra indeterminación: no siempre mantenemos la fidelidad a la palabra dada,
ni somos capaces de prever qué haremos en los próximos días.
El mundo indeterminado se
construye desde las diferentes opciones libres que ponemos en práctica. Por eso
somos también responsables de lo que hacemos y de sus consecuencias.
La ética se construye desde
esa visión que conjuga indeterminismo y libertad, y que deja un espacio inmenso
a la responsabilidad humana.
Hoy tomaremos nuevas
decisiones. Algunas, por desgracia, surgirán desde la ignorancia, y nos
equivocaremos, o desde el egoísmo, y nos llevarán a cometer pecados.
Otras decisiones, esperamos
que muchas, se basarán en un buen conocimiento y en la virtud de la prudencia,
y permitirán crecer en lo único que construye un mundo mejor: el amor a Dios y
a los hermanos...