La pregunta por las causas
P. Fernando Pascual
10-9-2025
¿Por qué ha llovido más
intensamente esta semana? ¿Por qué ha subido el precio de la fruta? ¿Por qué no
me habla un compañero de trabajo? ¿Por qué la gente sigue votando a políticos
que no cumplen sus promesas?
Queremos saber el porqué de
las cosas. Somos buscadores de causas. No nos basta conocer lo que ocurre.
Queremos saber por qué se toman ciertas decisiones y por qué la naturaleza
“actúa” de maneras sorprendentes.
La pregunta por las causas
puede llevarnos a investigaciones serias, a lectura de libros, a escucha de
personas que creemos competentes, a reflexiones más profundas.
Las respuestas pueden llegar
pronto o tarde, o no llegar por mucho tiempo. De esas respuestas, algunas son
falsas, aunque nos convenzan. Otras mezclan verdad y mentira, y así nos dejan a
medio camino.
Las respuestas falsas
necesitan ser corregidas, lo cual resulta difícil en un mundo lleno de
opiniones y de frases hechas que engañan precisamente porque ofrecen mentiras
revestidas de simplicidad, incluso de lógica.
Pero una respuesta engañosa
nunca será satisfactoria, aunque la aceptemos por ignorancia o por excesiva
credulidad en quienes nos la ofrecen.
Solo las respuestas verdaderas
pueden satisfacer plenamente nuestro deseo de conocer. En ocasiones, esas
respuestas nos permitirán orientarnos mejor ante tantos hechos que rodean
nuestras vidas.
Me llegan esta semana
informaciones sobre la gripe de este año, sobre la subida de precios de la
gasolina, sobre la delincuencia en ciertas zonas del país.
Surgen nuevas preguntas: ¿por
qué? Preparo mi mente y mi corazón para mantenerme abierto a la búsqueda de
respuestas que me permitan conocer un poco mejor el mundo complejo en el que
nos ha tocado vivir.