"Frutos de los Años"

La Cruz (2)

Autor: Diácono Lorenzo Brizzio

 

 

La espalda encorvada, el rostro contraído de dolor,
a pesar de no ser una persona con muchos años,
el peso del grueso madero de la cruz sobre sus hombros,
dificultaba su andar por aquella polvorienta calle.

Miles de curiosos estaban allí, a sus costados, a su frente,
y la mayoría los seguían buscando en él, una diversión.
Más ninguno de ellos se compadecía de ese pobre ser,
por el contrario lo fustigaban duramente con improperios.

Más de pronto el rostro de aquel hombre cambio,
su espalda se volvió menos encorvada y el sudor,
como si alguien lo hubiera enjugado, desapareció.
Y su boca a pesar de todo, esboza una sonrisa.

Los ojos de quienes allí estaban vieron con asombro,
lo extraño de la transfiguración de aquel portador de la cruz,
y más los asombraba que la cruz, ya no se arrastraba sobre el piso,
estaba algo levantada, y se podían descubrir sobre el polvo de la calle

Unas huellas al lado del madero de la cruz.
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Así también siento muchas veces sobre mis hombros la cruz.
Así también siento la indiferencia de la gente.
Así también, por suerte siento la gracia de Dios sobre mí.
Así también por ella siento a Jesús caminar junto a mí.
Así también por ello sé, que el Espíritu Santo me da la paz,
paz que me permite llevar mi cruz con dignidad entre el gentío indiferente.-