Incoar

Autor:  Diácono Lorenzo Brizzio

 

 

Incoar la vida siendo expósita, fue el desafío.
Días pasaron de incógnito futuro...,
creciste al amparo de la inagotable bondad,
de quien sin ser tu madre, por ti, madre se hizo.

Años, atrás quedaron y el Monasterio te vio crecer...,
del arroyo cercano mastuerzo recogías,
y que con amor las hermanas, en ricas ensaladas te lo preparaban,
que tú, las degustabas acompañándolas con presas de aves.

¿Qué fue lo que te llevo a este día, niña abandonada?
¿Fue la soledad de Monasterio?
¿Fue el amor que te dio aquella madre postiza?
¿Tal vez fue por amor a Dios, tu entrega?
¿Fue regalo de Dios, en el amor a tu vocación?
Solo el Padre de los Cielos y tú, lo saben niña abandonada.

Hoy el sol brilla con brillo celestial,
y un rayo de su luz se anida en tu pelo;
dándole el brillo de un trigal dorado...,
a ese cabello que tú, con amor donaras al Señor.
 
Hoy el sol brilla y su brillo llena el Templo,
iluminando sus rayos el hábito que te espera,
para comenzar, tú, una vida nueva,
feliz novia que espera al que te desposará.

Un día fuiste expósita... hoy esposa, serás.
De tus padres nunca supiste...,
hoy de Dios Padre, hija consagrada, serás.-