Tiempos de Dios

Autor:  Diácono Lorenzo Brizzio

 

 

Al La Santa Iglesia Católica tiene en su Liturgia distintos tiempos…
Son tiempos que por gracias de Dios, ha permitido que se instalen para el bien de los fieles.
Así el tiempo llamado “Ordinario” es el tiempo en el cual se puede el creyente, prepararse 
a conocer, meditar y vivir la Santa Palabra de Dios, por la lectura y reflexión personal, o la escucha de la misma en la Santa Misa donde con la homilía se hace clara la misma.
El primer tiempo “fuerte” es el llamado “Adviento”, tiempo de preparación de los fieles para vivir más plenamente el Nacimiento de Jesús en el Pesebre de su corazón, tiempo donde La Palabra de Dios, deja al descubierto nuestras faltas y nos permite reconciliarnos con el Padre con una sincera confesión ante su ministro Sacramental: El Sacerdote.
Con el Nacimiento de Jesús, se hace presente el tiempo de “Navidad” tiempo donde el amor de Dios es derramado en el mundo y penetra en los corazones que quieran recibirlos, en ellos Dios hace “grandes cosas” (Lc. 1, 49b) 
Tras el tiempo de Navidad tenemos un intersticio de tiempo Ordinario, que desemboca para los católicos en ese Miércoles tal caro a quienes comenzamos a vivir un tiempo Fuerte en nuestras vidas: El miércoles de Ceniza, que nos predispone para vivir plenamente la Cuaresma en la cual cada fiel, práctica su “conversión” a Dios viviendo más austeramente con ayunos y abstinencias, con una más profunda dedicación a la lectura de la Palabra de Dios, y preparando su corazón con verdadera contrición, confiesa sacramentalmente sus pecados, y así después de vivir más espiritualmente la Semana Santa, poder recibir la plenitud de la gracias enviada por Dios a todos los hombres que reconocen que Jesús es Hijo del Padre y comprenden que esa gracia es le fue dada por el Espíritu Santo, al leer (Jn. 10, 30) se hace manifiesta en el Día Santo en el cual Jesús Resucitando hace presente en este tiempo La Pascua de resurrección, que la Iglesia pone el fin de ese tiempo con la venida del Espíritu Santo en Pentecostés, la Ascensión del Señor Corona el tiempo de la Pascua y da paso al tiempo Ordinario que recorriéndolo durante tres años, ciclos A, B, C, un fiel católico puede, leyendo las lecturas del día, meditarla y profundizarla, conocer más o menos un ochenta por ciento de la Santa Biblia.
Pero el tiempo es y será de Dios, los tiempos que Él pone por la Liturgia a nuestro alcance son para que definiendo en el Año Litúrgico esos Espacios de Gracia podamos acércanos más al Él y decir lo que la Palabra nos dice después de leerla…, (Lc. 24, 34) 
Felicidades en este tiempo de Cuaresma y que nuestros corazones, en la Pascua por nuestra voz griten: Jesús a Resucitado, aleluya…, aleluya…

                                                                                        
lorenzo 26/03/2011