Trastocar

Autor:  Diácono Lorenzo Brizzio

 

 

Trastrocar: Palabra que el  DRAE, nos dice: Cambiar el ser, sentido o estado de una cosa dándole uno distinto.

No usándola habitualmente se nos ha escapado el valor que tiene, y de cómo intereses malignos nos confunden para que la caótica situación en que hemos caídos los seres humanos, más allá de su creencia, fe o religión.
Antes, el bien era el fin de nuestra meta en la vida. Al practicar el bien uno debía ser: bueno, honesto, sincero, recto, y rechazar aquello maligno que podría modificar esta condición.
Hoy, el bien es tener una posición, “cuanto más alta sea esta más bien tengo”, si para lograrlo debo ser: deshonesto, mentiroso, de fácil doblez, a nadie debo rendir cuentas porque Dios es solo algo inmaterial en el que ponen su vida aquellos que se dicen buenos.

Así el mundo, pero más aún en mi país esta palabra ha sido retirada de todos los estamentos de nuestra sociedad, causándome, -sin que signifique que lo sea para muchos-, la destrucción de los valores de aquellos mayores que me enseñaron desde pequeño: que es ser bueno.
Hoy ven mis ojos la mancilla de la mujer, la degradación de los varones, la aberrante trata de niños, y peor aún la vejación de muchos de ellos, y lo mas doloroso de todo es que aquellos que se dicen BUENOS son los causantes de tale males que debo ver.
Mi corazón sangra noche y día ente tamaña calamidad y solo lo mantiene vivo mi FE, que como ella es Católica, siento en mí la fuerza del Espíritu Santo, e iluminado por la gracia divina de mi FE, me duelen las entrañas por tanto desatino en el mundo, y si bien reconozco sin dudarlo un segundo que mi FE nace de una IGLESIA SANTA, ya que ella nace de Dios y no de los hombres que la componemos, también muchos de esos hombres están contaminados.

Hoy un ladrón, asesino, violador, es protegido por los derechos humanos.
Hoy un ciudadano honesto que es mancillado por uno de ellos, y en defensa de su dignidad, golpea, hiere o lo mata, los derechos humanos quieren la vida de quien se defendió, porque el muerto era un trabajador nacido de la mutilación del sentido de las palabras: Nacido de Trastocar, hijo del mal, adorador del mismísimo demonio.

Este escrito no tiene un destinatario puntual, corresponderá a quien después de leerlo, se sienta identificado con uno u otro, yo soy como todo ser pecador, pero ante tanta maldad casi podría considerarme tan solo bueno, usted que ha leído y no me conoce, por el mensaje júzgueme…

                                                                                                  lorenzo  09/11/20111

                                                                            Fiesta de la dedicación de la basílica de Letrán