Mirar los ojos por Ella

Autor:  Diácono Lorenzo Brizzio 

 

 

 

Un día cualquiera de mi vida llevando mi alma con enojo.

Tenía un dolor por sentirme por Dios abandonado

Ya sin esperanza en el mañana, negro el horizonte que mis ojos veían.

Caí de hinojos y mis lágrimas mojaron mi rostro cansado.

 

Abatido cual pájaro herido de muerte, inerte me deje a morir…

Más una suave caricia mi rostro enjugo mis lágrimas…

Abrí mis doloridos ojos, allí me encontré con Ella…

Nada dijo, solo me miró a los ojos y ellos hablaron sin voz.

 

“Hijo mió, porque no confías en Dios y en su Hijo…

Porque vagas sin destino, mirando sin ver, cargando tanto dolor…

Él quiere verte feliz, y por ello te pide que mires por mis ojos…

Cierra los tuyos, encomiéndate a Dios Padre, por su Hijo pide ayuda…”

 

Un silencio total me envolvió, la paz inundo mi alma, el amor lleno mi corazón…

Cuando volví a mirar, me encontré mirando al cielo y allí, Ella…

Rodeada de un coro de ángeles me sonreía, como solo Ella lo hace…

Ese día por voluntad de Dios, María la Madre del cielo alivio mis penas…

 

Hoy miro por sus ojos, así la vida es:

Esperanza en la oscuridad de mi alma.

Gozo por cada día a pesar de mis dolores.

Alegría a pesar de mis lágrimas por los demás.

Confianza en Dios, aún cuando el mundo me lo niegue.
Amar a pesar de la aridez de mi corazón, Él siempre me ama para que ame.

Ver a Cristo en el otro, el pobre, el rico, el sucio o el limpio.

Es ver a la Madre de Jesús arrodillada junto quien la necesita.

 

Cierra tus ojos, trata de tener en ti FE, tal vez, veas lo que veo…

 

                                                                            lorenzo 12/07/2013