Esa noche

Autor:  Diácono Lorenzo Brizzio

 

Aquella tarde mis apresurados pasos
me llevaban impetuoso e impulsivo,
en busca de algo que fuera mi escape,
para encontrar un vacío, conque llenar mi nada.

En mi andar vi como la tarde,
le daba paso a las primeras sombras de la noche.
Vi en unos cielos añil, límpidos y transparentes,
revolotear, jilgueros y mirlos, zorzales y calandrias,
gorriones y palomas, halcones y chimangos,
parecían danzar al compás de sus trinos
y llenaban el paisaje de alegría.

Sobre la campiña, de pronto toda florida,
se llena de un aroma a frutos maduros,
al suave perfume de las flores,
allí pacían la vaca y el asno, la oveja y la cabra,
jugueteaban el perro y el gato, junto al ratón y la liebre.

De una estrella se desprendía una luz fulgurante,
todo era claro y las estrellas brillaban,
percibí que mis pasos no eran ya apresurados,
que eran lentos, y goce de mi suave andar sobre la campiña.

Me parecía estar solo en la inmensidad que me rodeaba,
más de pronto, recordé: hoy es 24 hoy es Nochebuena...,
la luz concentra su haz en un lugar indefinido,
y un coro de voces angelicales llega a mis oídos.

Pensé estar soñando, cerré y abrí mis ojos.
Entonces vi junto a mí, todos mis seres queridos,
Mi esposa, mis hijos, mis hermanos,
estaban mis amigos y todos aquellos con los que me cruzo a diario.

El coro celestial se hizo más nítido,
y el GLORIA llenaba el tiempo y el espacio,
nuestras voces se unieron al coro,
y en el cielo cada estrella aumentaba su intensidad
y una paz profunda todo lo envolvía.

Ya la noche se manifiesta...,
ya Dios se hizo Hombre en la tierra...,
ya la tierra se Santifica...,
ya el hombre tiene su Salvador...,
no fue ayer, no será mañana...,
solo será cuando el hombre encuentre:
esa Estrella..., encuentre esa Paz.

FELIZ NOCHEBUENA AL MUNDO ENTERO

lorenzo 14/12/2000