Ikea continúa en su línea de erotización publicitaria
El nuevo anuncio de Ikea que lleva como lema “Ay, Dios mío” pretende
festejar el parte más íntima de toda relación: el dormitorio. Aparecen
desnudos en la cama. El eslogan: “No es más rico quien más tiene, sino
quien menos necesita”, mensaje estratégico para evocar que, en tiempos de
crisis, lo más significativo en la vida no se puede comprar. La música de
fondo atañe a Las Migas. En Yo Tube he encontrado más de 100
comentarios; unos a favor y otros en contra, como era de esperar.
En general, algunas campañas publicitarias eróticas, tanto en su forma
como en su contenido, contribuyen a rebajar a una sociedad saturada de un
erotismo agresivo. Se alzan contra este hecho pensando que la erotización
de la publicidad no es un hecho aislado, sino que se está extendiendo de
forma preocupante, con una clara distorsión en la educación del consumidor
infantil.
Los mensajes publicitarios se han convertido en un elemento que impone
formas de conducta y modelos de vida que reducen al ser humano a la
condición de mero receptor de estímulos. Hay que proteger la buena
educación mental de los niños y una férrea defensa de la dignidad de la
persona. Estos derechos tienen que ser protegidos y la publicidad no puede
quedar al margen.
Los anuncios eróticos deberían desaparecer o al menos quedar reservados
para unos momentos en los cuales su emisión televisiva no cause un grave
daño al público infantil. No es verdad, como dicen algunos, que los
españoles no tienen una opinión concreta sobre la forma de tratar a la
mujer en la publicidad.
Por último, el usuario debe ser responsable y hablar sin miedo, lejos de los
clichés demagógicos sobre estos temas, para afirmar que no está dispuesto
a ser manipulado por unas técnicas publicitarias que condicionan su
libertad. Lo demás es perder el tiempo.
Clemente Ferrer
clementeferrer3@gmail.com