COMPLEMENTO, ¿O NO?. (encuentro dominical IX)
Padre Pedrojosé Ynaraja
Aparentemente, concluía la semana pasado mis comentarios sobre la Liturgia de la
Palabra en el Encuentro Dominical. Con las lecturas bíblicas del Antiguo o Nuevo
Testamento, el salmo responsorial y la proclamación del evangelio, debería haber
acabado todo. En realidad no es así. La homilía es un complemento, obligatorio en
domingos y solemnidades. Los textos bíblicos tenían unos primeros destinatarios,
de rasgos personales y ambientación social muy diferente a la nuestra, que hay que
explicar. Añádase las referencias geográficas o los momentos históricos en los que
están encajadas, etc. Son necesarios ciertos detalles, para que el texto sea
entendido. Hace poco, leía un estúpido comentario, que se refería a la fiesta que
organizó una mujer porque había encontrado una moneda perdida. Evidentemente
el gasto de un tal evento era muy superior al valor de la pieza, se olvidaba, para
entender su proceder, el significado simbólico que precisamente aquel dracma tenía
para la mujer casada. El mismo Papa, en su Exhortación Apostólica, reconoce la
expresión “quinto evangelio, para referirse a Tierra Santa.
Pero en la mayor parte de ocasiones es preciso actualizar la doctrina, el mensaje, a
la realidad de la comunidad. ¡y aquí fue Troya! Se extiende en comentarios que
alargan la liturgia. Los fieles se quejan de la aplicación que hace y con frecuencia
acusan de que son referencias políticas o manías personales.
Respecto a la duración, la cosa viene de antiguo. Se explica en los Hechos de los
Apóstoles: ”estando nosotros reunidos para la fracción del pan, Pablo, que debía
marchar al día siguiente, conversaba con ellos y alargó la charla hasta la media
noche… Un joven, llamado Eutico, estaba sentado en el borde de la ventana; un
profundo sueño le iba dominando a medida que Pablo alargaba su discurso. Vencido
por el sueño se cayó del piso tercero abajo. Lo levantaron ya cadáver. Bajó Pablo,
se echó sobre él y tomándole en sus brazos dijo: « No os inquietéis, pues su alma
está en él. » Subió luego; partió el pan y comió; después platicó largo tiempo,
hasta el amanecer. (20,7). Ya sé que San Pablo no fue santo precisamente porque
alargó su homilía. Pero este hecho casual, quiso Dios que quedase consignado en
su Revelación. Por algo será. Recuérdese que las estadísticas dicen que la
asistencia a misa es directamente proporcional a su duración. Se puede celebrar
misa en 20 minutos y quien lo haga habitualmente puede gozar al principio de
mucha asistencia, pero, poco a poco, irá disminuyendo. Las celebraciones del
obispo Romero, por citar un caso emblemático, no se caracterizaban precisamente
ni por su rapidez ni por que sus comentarios fueran insulsos.. Es un acto ministerial
y profético Esta es la grandeza y responsabilidad de la de la homilía.
Como broche de acontecimiento, en los días importantes, se proclama el “Credo”.
No se trata de un texto cualquiera, es una solemne afirmación de Fe, ufana y
comprometedora. Al llegar a la cima del Sinaí, en mi segunda subida, cantamos
entusiasmados esta profesión de Fe. Se nos ponía la piel de gallina mientras lo
hacíamos alegres. Ocurrió lo mismo cuando, con ocasión de la inauguración de la
Basílica de la Sagrada Familia en Barcelona, presidida por el Papa, la comunidad,
mayoritariamente catalana, entonó el Credo con la melodía muy apreciada y
conocida de Mn Romeu, incorporada ala acervo religioso-cultural del país. Ha de
revestir tal sinceridad que el que no se crea creyente, no la recite. Me lo advirtió
un día un joven después de la Vela Pascual.: no se si te habrás dado cuenta que yo
he permanecido en silencio, cuando vosotros decíais “creo”.
La “oración de los fieles” plegaria que no se puede omitir los domingos y
solemnidades, debe inspirarse en la del Viernes Santo. Huyendo de exaltaciones y
pequeñeces.
Padre Pedrojosé Ynaraja