Los niños prefieren juguetes educativos
Se ha lanzado una campaa publicitaria bajo el lema: Revive tu infancia
con los juguetes de antaño más emblemáticos .
Los libros como “El Patito Feo”, de Hans Christian Andersen, son el mejor
juguete para los niños ya que con ellos los chiquillos aprenden a emplear su
imaginación y conocer a las personas a través de los vocablos. Un hogar
con libros es siempre un hogar lleno de vida.
José Antonio Pastor, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de
Juguetes asevera que “la innovacin es la razn de ser de la industria
juguetera”. Los nios empiezan a jugar con el instinto de aprender tanto
física como intelectualmente. Según Pastor, “los porcentajes de muecas y
peluches se mantienen con el paso del tiempo”.
Los jugueteros tratan de imitar, lo mejor posible, el mundo real para que los
chiquillos jueguen mejor y con más seguridad. Las mascotas interactivas
han sido el juguete estrella este año. También los muñecos se están
acercando a la educación de los pequeños.
Según una encuesta de Clau Consultores, los instrumentos electrónicos
juveniles representan un 42% de las respuestas. Estos aparatos engloban
ordenadores para niños, los libros interactivos y el de ayuda al aprendizaje
de matemáticas o inglés mediante el juego. Las muñecas son el segundo
elemento en porcentaje de intención de compra. Según la encuesta, el 33%
de los padres comprarán muñecas .
Los juguetes fabricados en Asia, cuyo coste es inferior a los fabricados en
Europa o Estados Unidos, no suelen respetar las exigencias de seguridad
para los críos. Los productos orientales no invierten en innovación ya que
los productos son una copia.
Los juguetes procedentes de regiones asiáticas hacen un gran perjuicio a la
industria juguetera de todo el mundo ya que representan cerca de un 20%
de las transacciones totales.
Es muy importante tener en cuenta que la formación y educación de los
hijos requiere la actuación y el esfuerzo constante de los padres. Tratar de
suplirlo con juguetes educativos es buscar algo tan utópico como una
máquina para educar .
Clemente Ferrer
clementeferrer3@gmail.com