LEJANO HORIZONTE
¿Cuántos suspiros,
cuántos anhelos lejanos
por el horizonte sin confín!
La tierra lentamente agoniza
Cuando el sol de ella se aleja
Como hermana y protagonista.
Todo parece morir y nada muere.
El sol, cambiando de hemisferio,
Vive iluminando hasta que el Apocalipsis
Llegue.
Quizá hay agonizantes arremolinados
En las camas con dolor a muerte.
Quizá haya amor que fenece
En personas sin amarse, ¡qué pena!
En tálamos nupciales con sabor a muerte.
Quizá haya almas despiertas, alegres,
Contemplando el rosado de la tarde
Por el infinito y lejano horizonte.
Es hora de muerte.
De muerte aparente.
Porque ante tu presencia
Todo es gozo y alegría.
No hay lejano horizonte
Sino cercanía permanente
En nuestros corazones.
Felipe santos, padrecito salesiano
Besos, abrazos y recuerdos