Hombre Nuevo
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José Manuel, L.C.
Los pobres más ricos del mundo
A nadie escapa el poder económico, político y militar del pueblo judío. Ellos lo buscan
porque la bendición de Dios les llega a través de la prosperidad y la victoria sobre sus
enemigos. La vida de Job lo muestra claramente. Los que creen en la predestinación,
como los Calvinistas, también persiguen la riqueza como un modo de saber si están
predestinados a la salvación. Los países del G8 tienen que mantener el poder o los
desbancan. Ellos son los amos del mundo. Los masones por su parte luchan por
establecer “el nuevo orden mundial” y esto curiosamente pasa a través de estructuras de
poder. Además de estos grupos o estructuras, se puede añadir el pandémico vicio de la
avaricia, enfermedad tan repugnante como la lepra, pero hábilmente disimulada en las
cuentas de banco. Total, que todos buscan el poder y la riqueza excepto el cristianismo
que nos enseña a seguir a Cristo manso y humilde de corazón. El evangelio nos revela a
Dios Padre providente y misericordioso que nos invita a practicar las obras de
misericordia: dar de comer al hambriento, curar el enfermo, enseñar al que no sabe…
vamos en contravía y contemplando las obras de caridad cristianas en su conjunto,
paradójicamente, resultamos los pobres más ricos del mundo.
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