Caminos de esperanza
“Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda.” ¡Qué buen
ejemplo para los españoles de hoy la figura de santa Teresa! Qué bien resuenan en
nuestra alma las inspiradas palabras y versos atribuidos a esta santa, cuando
escribió para ánimo y consuelo de todos los creyentes de su tiempo.
Tiempos recios y convulsos los que le tocó vivir a la gran santa de Ávila, madre
Teresa de Jesús. Parecía, que todo andaba desquiciado, como fuera de sitio y lugar.
Pero, la santa no se quedó en la queja estéril, por lo mal que estaba todo, sino que
se lanzó en cuerpo y alma a remediar aquello que estaba a su alcance.
Muy semejante es también la situación que estamos viviendo en el siglo XXI.
Corrupción por todas partes, relativismo moral, ataques a la Iglesia, a las familias,
crisis de fe, crisis económica, crisis de valores, Gobierno sectario, millares de
personas en paro, familias destructuradas y rotas por la droga y el vicio, zarpazos
del terrorismo, laicismo, etc.…Todo esto y mucho más, es el panorama actual de
España.
Al ver en el calendario su próxima festividad me han venido a la memoria esas
frases tan alentadoras y que creo nos podían servir para no perder la esperanza por
los tiempos que atravesamos.
Los humanos necesitamos el estímulo de los que nos antecedieron. Saber que ha
habido personas que han llegado a la meta y cómo lo han hecho. Todavía más
interesante si su meta ha sido el Cielo. Recuerdo un artículo del Dr. Enrique Rojas
“El hombre sin rumbo”, publicado en ABC , el 12 de marzo de 1998, en el que habla
de esas personas en las que “podemos ver los grandes argumentos repletos de
sentido, atractivos sugerentes, invitándonos a seguir esa dirección”. Tener bien
claro las ideas y creencias que no pasan, es muy necesario para recuperar mucho
de lo que hemos perdido. Lo peor es, quedarnos inactivos .
Elena Baeza Villena