Mejorar los titulares periodísticos
P. Fernando Pascual
12-11-2011
Imaginemos por un momento que tomamos un periódico o abrimos una página de Internet. En letras
grandes, encontramos titulares como los siguientes: “Guerra contra los titulares periodísticos”.
“Todos los titulares periodísticos son engañosos”.
Ambos titulares caen seguramente en el defecto que aquí se quiere señalar: una inexactitud de
fondo, o una incorrespondencia con el verdadero contenido de lo que luego se diga en el artículo.
El primer titular será engañoso si luego el artículo resulta ser una empalagosa serie de alabanzas a
los titulares de prensa. La inexactitud del segundo titular es evidente en sí misma: no todos los
titulares periodísticos son engañosos. Los hay, ciertamente, malos, mientras que otros son regulares,
y no faltan los titulares realmente buenos.
Malos son los titulares con mentiras. Buscan engañar al lector para que detenga sus ojos en el texto
y empiece a leer. O simplemente desean dejar un mensaje con un titular que no corresponde con lo
que luego se ofrece en el texto del artículo.
Malos también son los titulares que no permiten descubrir de qué se habla. Ante la duda, más de un
incauto empieza a leer el texto. A los pocos instantes descubre con desagrado que el artículo trata de
un tema que no corresponde a lo que el título daba a entender.
Regulares son los titulares que no hacen justicia ni a la noticia ni a las reflexiones del artículo que
encabezan. Un buen titular ni debe ocultar ni debe manipular. En cambio, un titular vago o confuso
oculta muchas veces lo que merece ser destacado no solo con letras grandes, sino sobre todo con
palabras veraces.
Entonces, ¿cuáles son los titulares buenos? Son aquellos que atraen sin mentir, que explican sin
ocultar, que llaman la atención con algo tan maravilloso y fascinador como la verdad.
Mejorar los titulares de los periódicos requiere un cambio profundo en muchos profesionales de la
información. Lo agradecerán, con sus ojos y también con sus mensajes, miles de lectores que viven
bombardeados de noticias cada día y que se sienten ayudados y aliviados cuando encuentran, en
medio del bosque informativo, titulares simples, claros, veraces y bien escritos.