Crisis de valores
El último escándalo fraudulento aparecido en los medios, se está convirtiendo en un
sainete poco edificante ante la monumental y escandalosa noticia de que parte del
dinero de los ERE de Andalucía se dedicó a pagar cocaína, alcohol y juergas.
Esto, nos debe llevar a pensar que el gran problema que está sufriendo nuestra
economía mundial es la corrupción, en su más amplio sentido. Se han corrompido
las mentes, la cultura, el trabajo y, sobre todo, se ha corrompido el sentido mismo
de la vida. Si no hay honradez, ni seriedad, ni responsabilidad, ni solidaridad…
¡Cada cual va a lo suyo!
Si no nos damos cuenta de que estos y otros valores, como la sinceridad, el no
desear los bienes ajenos, educar a nuestros hijos en la necesidad de esforzarse… Es
preocupante pensar el daño que puede causar esta situación que vemos como se
extiende en temas morales y también preocupa ver como se ahogan las raíces de
una sociedad que puede en su recorrido arrastrar no ya solo en el ámbito moral -
que ya es mucho- sino en la falta de exigencia que el hombre necesita para si
mismo.
No en vano Benedicto XVI en su mensaje con motivo de la Jornada Mundial de la
Paz ha hecho hincapié en la importancia de educar a los jóvenes en la Justicia y la
Paz y ha subrayado que: “solo una sólida educación de su consciencia pueden
ponerlos al resguardo de estos riesgos y hacerlos capaces de luchar siempre
contando con la fuerza de la Verdad y del Bien”.
Elena Baeza Villena