EN LA ESCUELA DE LA VIDA APRENDI QUE...
Todo tiene un límite que no se debe sobrepasar porque se violenta aquello que no
se supo respetar... Siempre hay un lugar hasta el cual se puede llegar, no se puede
usurpar porque se pisan terrenos que no están permitidos pisar; hay un límite para
esperar, si se espera más de la cuenta, llega la desilusión y se cansa la persona de
ver que nada llegara; hay un límite para dar, porque hay un momento en que se da
todo lo que tiene y si eso no se valora como se merece, quien da, se agota y se
arrepiente de lo que da; hay un límite para fallar, se pueden perdonar muchos
errores y dar mil oportunidades, pero hay que ponerle límites, porque así nunca se
aprenderá a intentarlo con seriedad...
Aprendí que hay un límite para aguantar las agresiones de los demás, llega un
momento en que las cosas no dan para más... La intención y la fuerza de cada
sentimiento hacen que la confianza al abrir las puertas, la paciencia en la espera, el
desinterés y el amor con el que se da lo que se entrega, la nobleza al perdonar, la
fortaleza al resistir, se ofrezcan sin límites ni condicionamientos, pero
humanamente todo tiene un límite y hay que ponerlo, porque sino, no se valora ni
se cuida lo que se tiene, se deforma todo y se pierde la dignidad y el respeto.
KARY ROJAS