Saber unir la profesión y la fe
Un jugador ejemplar
Pbro. José Martínez Colín
Como se prometió al hablar de Tim Tebow, ahora lo haremos
sobre otro destacado jugador de futbol americano no solo por su
desempeño (tiene uno de los cinco mejores porcentajes de pase de
todos los tiempos), sino también por ser un buen testimonio de
saber armonizar su fe y su profesión, siendo un ejemplo para todos.
Se trata de Philip Rivers quarterback de los “Cargadores”
(Chargers) de San Diego. Está casado y tiene seis hijos. Aunque
nació en Alabama, estado típicamente protestante, es católico. No
fue fácil. En su condado eran sólo quince chicos católicos, pero esa
necesidad de confrontar continuamente su fe con la de los demás le
ayudó a ser firme y ayudar a convertirse al catolicismo a quien es
hoy su mujer, Tiffany.
Aunque era el sueño de su vida, Philip se planteó si debía
jugar como profesional, pues los partidos suelen ser en domingo:
"Me gusta el fútbol, pero también quería ir a misa". Lo logra
asistiendo la tarde del sábado, la víspera, o incluso va muy
temprano el mismo domingo: "Una vez que he recibido la Eucaristía,
estoy preparado para salir a jugar".
Dice que su padre, que es converso al catolicismo, le enseñó a
colocar la asistencia a la misa dominical como el fundamento de
todo lo demás: "Y cuando el padre de familia dice que hay que ir, se
va" concluía Rivers. Además, ir a la misa dominical por encima de
todo, le mantuvo unido a su familia distante, sabiendo que estaban
todos asistiendo. "He conocido iglesias preciosas…, pero lo que es
aún más hermoso es que Jesús está siempre presente en la
Eucaristía, y esto es verdad en cualquier iglesia católica a la que
vayas".
Explicaba Rivers que para llevar una vida armónica es
imprescindible vivir un orden: "Si pongo el fútbol por encima de mi
fe y de mi familia, seré peor jugador. Poner las cosas en su orden
correcto te ayuda a hacer mejor cada una de ellas. Evitar la idolatría
te ayuda a tener una correcta perspectiva de la vida y, a cambio, a
vivir con mayor eficacia. Lo primero es la fe, luego la familia, luego
el fútbol".
Le preguntaban a Rivers su comentario sobre su contrincante
Tim Tebow: "Me alegra hablar con él y saber que tiene convicciones
fuertes".
Rivers, de treinta años, lleva seis hijos en su matrimonio, y
anima a quienes se asusten creyendo que es imposible llevar esa
carga. En un programa de televisión afirmaba: "Siempre les digo
que los niños crecen. No siempre van a necesitar una vigilancia
constante. Quien tiene miedo a tener muchos hijos, verá años
después que ese miedo se transforma en tristeza por haber tenido
demasiado pocos. Hay gente que querría entonces
desesperadamente tener más, pero ya no puede". Él es el noveno
de doce hijos y se lo agradece siempre a sus padres.
Tiffany y él han fundado “Ríos de Esperanza” (Rivers of Hope),
una asociación provida que facilita la adopción de niños.
Además, Philip se ha pronunciado públicamente sobre la
pureza: "La gente joven no se da cuenta de qué regalo es en el
contexto del matrimonio". Se opuso a los anuncios que atentan al
pudor: "Es una vergüenza. Hay que defender la inocencia de los
niños" afirmó. Y aconseja orar con ellos, algo apropiado a su edad:
"Cuando se acerca el final del día y no lo hemos hecho, son mis
hijos los que lo piden".
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