¿QUÉ HE APRENDIDO?
Por Claudio de Castro
Hace poco cumplí 55 años. A mi edad puedo darme el lujo de sentarme a
reflexionar y pensar en la vida, lo que me falta por hacer, lo que anhelo lograr.
He aprendido algunas cosas que deseo compartir contigo.
1. Hay caminos que sólo Dios puede abrir.
2. Muchas veces nos equivocamos. Conviene detenerse, pensar y
enmendar las cosas.
3. El orgullo es un mal consejero.
4. He comprobado que es verdad lo que decía el Padre Pío: “La oracin
es la llave que abre el corazn de Dios”.
5. Solía pensar que la oración era el idioma de Dios. No importaba en
qué idioma rezaras, Él siempre te iba a escuchar y a comprender. Con los
años me he dado cuenta que el idioma de Dios es otro. El idioma de Dios es
el Amor. Un idioma que olvidamos y dejamos de hablar.
6. Ante las dificultades hay dos caminos: desesperarse, llenarse de
angustia y temor o abandonarse en las manos del Padre, dejarlo todo en sus
manos amorosas y Paternales.
Me di cuenta hace algunos años que el mejor camino era el de la confianza y
el abandono. Si confías mucho, recibes mucho, si confías poco, recibes poco.
7. ¿Comprender? ¿Quién puede entender las cosas que nos pasan? Me
percaté que era mejor no tratar de comprender y dedicarme a confiar.
8. La pedagogía de Dios es llevarnos a la perfección, a su Amor. Y hará
lo mejor para nosotros, aunque en su momento no lo parezca.
9. En todo debes descubrir el Plan de Dios, su voluntad, su presencia
amorosa.
10. Últimamente he escuchado a personas con sufrimientos muy grandes. Y
casi todas han encontrado su fortaleza en Dios. No han dejado de sufrir,
pero han aprendido que la carga es más llevadera entre dos. Dios y ellos.
11. Como todos, enfrento dificultades y dudas. A menudo no sé qué hacer.
Entonces, recurro a Jesús, mi amigo de la infancia. Y lo visito en el
Sagrario. En esos momentos hay que saber escuchar con el corazón, no con
la razón. Y ver con los ojos del alma. Escucha: Jesús te quiere hablar, desea
consolarte, abrazarte, llenarte de gracias. Eres especial para Él. Te ama
muchísimo.
12. Todo depende de ti ahora. En medio de este mar embravecido, con
grandes olas, ¿prefieres llevar tú el timón de tu vida? ¿O prefieres que sea
Dios quien lo lleve?
13. He descubierto una maravilla: “El Evangelio se cumple”. Todas las
promesas que allí encuentras, se cumplen. Y no es algo que he leído sino que
a diario lo compruebo. Es un tesoro que todos tenemos a nuestro alcance.
Haz la prueba. Confía en Dios y verá la diferencia.
14. ¿Has probado a dormir con el dulce nombre de Jesús en tus labios?
¿Has probado a decirle que lo amas?
15. La semana pasada me vino a la mente esta oración de san Francisco de
Asís: “Seor, hazme un instrumento de tu paz”. Y me di cuenta que en
ocasiones hacía todo lo contrario. Reconocí mi error y ahora con más
confianza y alegría suelo repetirle esta oración: “Hazme un instrumento de tu
paz”. Con la esperanza que en verdad sea ese instrumento y le pueda servir
mejor y hacer su voluntad.