La Voz del Papa
¿Estamos ubicados en el mundo?
Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
El Papa Benedicto XVI ha dedicado muchas de sus audiencias
a explicar la oración, y nos invita a dedicar un momento diario para
nuestro diálogo con Dios.
En nuestro tiempo, dice el Papa, estamos siendo absorbidos
por muchas actividades, compromisos, preocupaciones; llenamos
todo el día, sin tener un momento para reflexionar y nutrir la vida
espiritual.
La Virgen María nos enseña lo necesario que es encontrar en
nuestras jornadas, con todas las actividades, momentos para
recogernos en silencio y meditar sobre lo que el Señor nos quiere
enseñar.
2) Para pensar
Jorge Bucay es un escritor argentino contemporáneo y nos
ofrece un cuento que resumimos a continuación.
Latif era un pordiosero muy pobre que, a pesar de su aspecto,
era un hombre muy sabio.
Una mañana el Rey paseaba por la plaza, y se encontró con
Latif. Para probarlo, le dijo: "Si me contestas una pregunta te doy
una moneda de oro". Latif lo miró y le dijo: "Puedes quedarte con tu
moneda, ¿cuál es tu pregunta?”
El Rey se sintió desafiado y le preguntó sobre un difícil
problema que sus analistas no podían solucionar.
La repuesta de Latif fue justa y creativa. El rey se sorprendió;
le dejó su moneda y siguió su camino meditando lo sucedido.
Al día siguiente el Rey volvió al mercado y fue directo con Lafit
para hacerle otra pregunta. Latif respondió rápida y sabiamente. El
soberano, sorprendido, le suplicó que fuera a su palacio como
asesor. Latif aceptó la propuesta del Rey. Esa tarde llegó al palacio,
en donde le asignaron un lujoso cuarto, con ropa fina y una tina con
agua tibia.
Todas las consultas del Rey eran contestadas por Latif con
precisión. Esto despertó los celos de los cortesanos. Un día todos los
asesores acusaron a Latif ante el rey diciendo que cada tarde, se
escabullía hasta el ala Sur y en un cuarto oculto en secreto
conspiraba para derrocarlo.
El Rey no lo creía, pero esa tarde, escondido, vio cómo Latif
llegaba a la puerta, miraba hacia los lados, la abría y se escabullía
sigilosamente dentro del cuarto.
El monarca se acercó y golpeó la puerta. "Abre, soy el Rey".
Latif abrió la puerta, pero dentro no había nadie, sólo una vara de
caminante y una túnica raída.
"¿Conspiras contra mí, Latif?" preguntó el Rey. "De ninguna
forma", contestó. El Rey insistió: "Pero ¿para qué vienes a este
cuchitril a escondidas?" Latif sonrió, se acercó a la túnica harapienta
y dijo: "Cuando llegué, solo tenía esta túnica y esta vara de madera.
Ahora tengo muchas comodidades y es halagador el respeto que me
das…, así que vengo cada día para no olvidarme de quién soy y de
dónde vengo”.
3) Para vivir
Efectivamente, no podemos olvidar nuestros orígenes. La
oración nos pone frente a Dios. Nos recuerda de dónde venimos y
hacia dónde vamos. Nos ayuda a ser humildes al ser conscientes de
la grandeza de Dios y de la poquedad personal.
Por ello el Papa nos invita a ser constantes en dar un tiempo a
Dios, pues es fundamental para el crecimiento espiritual. La oración
nos ayuda a saber qué quiere Dios de nosotros. En este “A￱o de la
fe”, la oraci￳n nos llevará a vivir de fe y confiarnos más en Dios,
seguros de que sólo haciendo su voluntad somos felices.
José Martínez Colín es sacerdote, Ingeniero en Computación por la UNAM y Doctor en Filosofía por la
Universidad de Navarra
(e-mail: articulosdog@gmail.com)