Miel-Datil
Padre Pedrojosé Ynaraja
Ya dije que los autores, Talmud incluido, entienden por miel el jugo de los dátiles.
Tal vez nos resultará más fácil admitirlo, si en vez de miel decimos melaza. Si el
será tierra de miel, lo interpretamos como país de datileras, nos costará menos
admitirlo.
El dátil es una fruta muy apreciada en el Oriente Medio y aledaños. Me ha contado
gente de allí, que el beduino es capaz de vivir comiendo cinco dátiles diarios. Lo
encuentro un poco exagerado por la escasez de proteínas y pocos lípidos que
contienen. Son ricos, por el contrario, en azúcar, un 70%, sin olvidar vitaminas y
oligoelementos. Es el fruto de la palmera Phoenix dactylifera, aquella que debe
tener los pies en el agua y la cabeza en el fuego, según el dicho. De aquí que al
divisar en la lejanía del desierto una de tales palmeras, sienta el gozo de que
pronto va a gustar los dátiles, pero que también la tierra o la arena de entre sus
raíces, estará saturada de humedad, es decir que, de una u otra manera allí habrá
un oasis. Ahora bien, el líquido elemento tal vez puede no resultarle del todo
complaciente, dada la cantidad de sal que admite y que otros vegetales no
soportan. Pero no quiero referirme al árbol, me tocará hacerlo explícitamente otro
día.
Pasé muchos años sin querer comer dátiles. Su excesiva dulzura me empalagaba.
Alguien un día me trajo un racimo de frutos frescos. Por educación debía probarlos
y cuál fue mi sorpresa al comprobar que me gustaban mucho. Para nosotros es un
fruto esporádico, pero para los habitantes de otros países es casi imprescindible.
Una de las características del dátil es su capacidad de conservar el poder de
germinación durante mucho tiempo. Leí que se encontró uno de ellos en Masada,
donde se había conservado desde hace 2000 años, época bíblica por tanto. Una vez
plantado, se comprobó que brotaba. La incógnita estaba en si surgiría un ejemplar
masculino o femenino, en el segundo caso se podría fecundar con polen actual. De
esto hace cinco años y, según creo, todavía no manifestado su sexualidad.
Lo curioso del caso es que hasta el mismo Corán, en el bello pasaje en que se
refiere a Santa María, dice que Dios (Allah, en árabe) le aconseja que coma dátiles
cuando se aproxima el nacimiento del profeta Jesús. Sería una medida para hacer
el parto fácil y cómodo.
Doy por terminados estas breves referencias a “las 7 especies” que se le prometen
al Israel, peregrino. Tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra
de olivos y de miel.(Deut. 8:7-9). Como sugería al iniciar, podría confeccionarse un
bello álbum de regalo navideño, elegante y no convencional, acompañado a los
textos fotografías que embellecieran la presentación