Lucha y tesón por salvar embriones
El japonés Shinya Yamanaka, premiado en 2012 con el Nobel de Medicina llegó al
siguiente razonamiento: "Observando el embrión, de repente me di cuenta que
entre él y mis hijas había una diferencia tan pequeña... Y pensé... No podemos
seguir destruyendo embriones para investigar... Debe haber otro método". Era el
año 2000 cuando estaba claro el fracaso en la investigación con células madre
embrionarias. Las presiones ideológicas, políticas y económicas, sin embargo,
forzaban en aquellos años a la comunidad científica para seguir investigando con
ellas, argumentando que con estas células conseguirían curar enfermedades
degenerativas. Shinya Yamanaka ha mostrado la falacia de un debate se presentó
como si la oposición a emplear embriones vivos, congelados y "sobrantes" de la
fecundación in vitro, se debiera exclusivamente a intransigentes motivos religiosos.
Shinya Yamanaka asumió el reto de conseguir hacer células madre no embrionarias
y ha sido el referente científico de la medicina regenerativa. Su sueño de curar
muchas personas sin destruir embriones, ni manipular mujeres para conseguir
óvulos, se ha hecho realidad. Ha conseguido rejuvenecer células madre de adulto y
de enfermos. Con este escrito solo pretendo darle mi reconocimiento.
Pedro J. Piqueras Ibáñez