La luz de la Fe
Primera Encíclica del Papa
Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
El pasado viernes 5 de julio se ha publicado la primera encíclica
del Papa Francisco titulada: "Lumen fidei", o "La luz de la fe". El santo
padre mencionó que ha querido mantener la continuidad de su
predecesor, Benedicto XVI, asumiendo su "valioso trabajo" y que ya
había "prácticamente completado". A este "primera redacción" el Santo
Padre Francisco agrega ahora "algunas aportaciones".
Como recordamos, el Papa Benedicto XVI había escrito una
encíclica sobre la caridad y otra sobre la esperanza, faltando la de la fe
para completar las tres virtudes teologales.
En la carta se nos presenta la fe como una luz capaz de iluminar
toda la existencia del hombre, de ayudarlo a distinguir el bien del mal,
sobre todo en una época como la moderna, en la que la fe es vista
erróneamente como una ilusión, como un salto al vacío que impide la
libertad del hombre. La fe es un don de Dios que debe ser alimentado
y fortalecido. Y a la vez que viene de la memoria de la vida de Jesús,
tiene también que ver con el futuro porque nos abre vastos horizontes.
2) Para pensar
Un texto atribuido a Ernest Hemingway sobre los temores en la
vida y cómo enfrentarlos, nos puede ayudar a pensar cómo es nuestra
fe. Así dice el escrito:
“Temía estar solo, hasta que aprendí a quererme a mí mismo.
Temía fracasar, hasta que me di cuenta que únicamente fracaso
cuando no lo intento.
Temía lo que la gente opinara de mí, hasta que me di cuenta que
de todos modos opinan.
Temía me rechazaran, hasta que entendí que debía tener fe en
mí mismo.
Temía al dolor, hasta que aprendí que es necesario para crecer.
Temía a la verdad, hasta que descubrí la fealdad de las mentiras.
Temía a la muerte, hasta que aprendí que no es el final, sino más
bien el comienzo.
Temía al ridículo, hasta que aprendí a reírme de mí mismo.
Temía hacerme viejo, hasta que comprendí que ganaba sabiduría
día a día.
Temía al pasado, hasta que comprendí que es sólo mi proyección
mental y ya no puede herirme más.
Temía a la oscuridad, hasta que vi la belleza de la luz de una
estrella.
Temía al cambio, hasta que vi que aún la mariposa más hermosa
necesitaba pasar por una metamorfosis antes de volar.
Hagamos que nuestras vidas cada día tengan más vida y si nos
sentimos desfallecer no olvidemos que al final siempre hay algo más.
Hay que vivir ligero porque el tiempo de morir está fijado.
3) Para vivir
Con la fe, como dice el Papa, tenemos una luz más poderosa que
nos hace ver las realidades tanto positivas como aparentemente
negativas en su verdadera realidad.
Al darnos la fe un conocimiento real de lo que somos, de que
somos hijos de Dios, que nos presenta a Dios que nos llama, que no es
un Dios extraño, sino que es Dios Padre, la fuente de bondad que es el
origen de todo y sostiene todo, dice el Papa.
La fe es confiarse al amor misericordioso de Dios, que siempre
acoge y perdona, que endereza "lo torcido de nuestra historia", es
disponibilidad a dejarse transformar una y otra vez por la llamada de
Dios, "es un don gratuito de Dios que exige la humildad y el valor de
fiarse y confiarse, para poder ver el camino luminoso del encuentro
entre Dios y los hombres" (Lumen Fidei, n. 14).
( articulosdog@gmail.com )