Un periodista beatificado
El matrimonio, vocación a la santidad
Pbro. José Martínez Colín
1)
Para saber
Enrique Lacordaire era considerado el mejor orador sagrado y un
gran intelectual en la Francia del siglo XIX. Solían ir a escucharle
muchísima gente, incluyendo los principales intelectuales y no solo los
católicos, sino también los escépticos que se sentían conmovidos ante
la sabiduría de este sacerdote. Tenía un amigo llamado Federico
Ozanam que era un profesor de gran prestigio en La Sorbona, además
de dirigir varias publicaciones. Lacordaire también promovía vocaciones
sacerdotales. Veía en Federico a un buen candidato y decía que era
tan bueno que no solo podría ser un buen sacerdote, sino llegar a ser
un excelente obispo. Sin embargo Federico encontró una novia y se
casó. Entonces Lacordaire comentó: “Pobre Federico, también él ha
caído en la trampa”.
Dos años después Lacordaire fue a Roma y lo recibió el papa Pio
IX. Cuando el Papa lo vio le llamó: “Venga, venga, Padre; siempre
había oído decir que Jesús instituyó siete sacramentos. Pero ahora
viene usted y dice que ha instituido seis sacramentos y una trampa.
No, padre, el matrimonio no es una trampa, es un sacramento muy
grande”.
2) Para pensar
Efectivamente, el matrimonio es un camino de santidad y a
través de él los cónyuges han de saber encontrarse con Dios.
Odoardo Focherini fue un padre de familia, tuvo siete hijos, y
periodista italiano que supo encontrar la santidad en su matrimonio.
Falleció a los 37 años de edad y entre sus muchas obras de caridad
para los necesitados, salvó de morir a más de 100 judíos en 1944
durante la época de la persecución nazi. Este laico católico fue
beatificado el 15 de junio en la ciudad de Carpi, al norte de Italia.
Los judíos a los que salvó se consideraban “los milagros de
Odoardo” y lo creían su salvador y ángel. Olga, su hija mayor, tenía
trece años cuando su padre fue asesinado. Lo recuerda como un padre
amoroso que jugaba con sus hijos. También era un marido cariñoso
que compartía con su mujer la preocupación por transmitir los valores
cristianos. Uno de sus 21 nietos, Francesco Manicardi, declaró que “su
prójimo fue su familia y los judíos".
Odoardo Focherini murió en un campo de concentración nazi en
Este ejemplar padre de familia se casó en 1930 con Maria
Marchesi. Durante sus años de casado, este laico italiano ayudó a
organizar diversos eventos diocesanos como congresos eucarísticos, y
en 1939 se convirtió en el director del diario católico L’Avvenire.
Su ayuda a los judíos comenzó en 1942 cuando le pidió permiso
a su esposa para ayudar a darles identificaciones falsas para que los
que huían de los nazis pudieran cruzar la frontera ítalo-suiza.
De acuerdo al postulador, Focherini nunca pronunció "una sola
palabra de odio contra sus perseguidores… Podemos decir que merece
no sólo la corona de la fe, sino también la de la caridad", concluyó.
3) Para vivir
Ciertamente fue un acto heroico arriesgar su vida por salvar a
otros. Sin embargo, no fue solo ese hecho el que llevó a reconocer la
vida santa de Odoardo, sino toda su vida familia. Así lo apuntaba el
Obispo de Carpi, su ciudad natal, Mons. Francesco Cavina: “En su vida
de padre de familia no hubo separación entre su vida espiritual y su
vida familiar. Fue un hombre completo porque el trabajo, la familia y el
apostolado en la Iglesia fueron su camino para la beatificación… Él se
dejó transformar por Jesucristo hasta que, como Él, murió".
1944.