CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE BARACK HUSSEIN OBAMA
Nosotros, los que seguimos las enseñanzas de Cristo, estamos siendo atacados
desde hace algunos años.
¿Por qué hemos permitido que los principios en que se ha basado la Nación desde
su independencia se hayan debilitado tanto? Washington, Lincoln, Jefferson y otros
patriotas fueron los hombres que establecieron a América como una Nación bajo
Dios.
Durante la década de los años 60, surgió la Sra. Madelyn Murray, liberal e
izquierdista quien quiso obtener la ciudadanía soviética, la cual le fue denegada.
Esta señora fundó la asociación de americanos ateos y logro que la Corte Suprema
decidiera la eliminación de la oración en las escuelas públicas.
Años después, el 22 de Enero de 1973, la Corte Suprema declara el aborto legal .A
esta petición también se sumaron izquierdistas y liberales. La pionera en esta
demanda fue Margaret Sanger, infiel y promiscua, editora de un periódico titulado
“La Mujer Rebelde” y cuyo lema era: sin Dios y sin dueño, esta señora tuvo grandes
simpatías por Hitler. Probablemente gran parte de los participantes en estas
demandas, ignoraban su comienzo.
Ahora, el Sr. Presidente plantea que los costos de la práctica del aborto, además
de los anticonceptivos y esterilizaciones tienen que ser incluidos en los gastos de
los seguros de salud pagados a los empleados de centros religiosos. ¿Quién ha
dicho que el resultado del acto sexual entre un hombre y una mujer, es un
problema de salud? Eso es un acto de placer y de amor, fruto de una decisión
personal. Esto no es una enfermedad.
Consideramos que esta decisión no es solamente contra una institución, va mucho
más allá, esto es un ataque contra los valores morales y principios religiosos la
cual está protegida por la Constitución de los Estados Unidos en la Declaración de
la Carta Magna. ¿Es que La Corte Suprema, para satisfacer los deseos del Sr.
Presidente, también va a cambiar la Declaración de la Carta de los Derechos
Humanos?
Usted, Sr. Presidente, esta complaciendo las exigencias ateas, totalitarias, usted
nuevamente está a favor de una minoría que demanda tratos especiales, usted
está abandonando lo fundamental y establecido para unirse a los marxistas,
liberales y ateos, cuya agenda va contra la base de toda sociedad: la familia.
Usted, Sr. Presidente, al igual que lo hizo el presidente Carter, está siendo muy
tolerante con los enemigos de este país.
Por favor, recapacite y defienda nuestra cultura y respete nuestras LIBERTADES y
DERECHOS.
Diego Quiros, Sr