MAÑANA EN TU DÍA
Hemos comercializado tanto estas fechas que a muy pocos se le ocurriría no
mirar una vidriera o consultar algún catálogo con el fin de buscar un
obsequio para mañana.
Sin duda que el mejor de los obsequios no está a la venta ni se ofrece en
comercio alguno.
Ninguna gracia te haría recibir uno de esos obsequios que de verdad
importan y son mucho más que los obsequios de “vidrio y latón”.
Muchas veces has recibido promesas que no te han cumplido que no sabría
afirmar cual podría ser tu confianza ante una nueva promesa.
El mejor de los obsequios que puedes recibir requerirá un acto de confianza
de tu parte y un compromiso de parte de quienes te lo entreguen.
Debería ser una suerte de sencilla “proclama” que indicase una serie de
elementales normas de convivencia que no pueden caer en decadencia u
olvido.
Quizás, tú, puedas redactar algo más acorde a la realidad de tu casa que lo
que puedo, intentando ayudarte, redactar yo.
Lo que yo puedo redactar no responde a ninguna realidad concreta y tiene
como único objetivo el poder brindar una idea.
Diría algo, más o menos, así:
“Querido hijo:
A partir de hoy nos comprometemos a hacerte saber que tu eres la más
importante de nuestras ocupaciones.
Ninguna de las cosas materiales que hacen a nuestra casa volverán a ser
más importante que tú.
Te hemos privado de nuestro tiempo por estar ocupados en que no te
faltasen cosas materiales.
Hoy asumimos que lo que no podemos permitir te falte es nuestra presencia
paterna junto a vos.
No somos los mejores padres existentes pero siempre seremos los tuyos e
intentaremos ser los mejores para ti.
Hemos gastado dinero comprándote cosas que has utilizado por muy poco
tiempo. Queremos obsequiarte lo que somos para que cuentes con nosotros
siempre que lo consideres necesario.
Te regalamos un celular para que te comuniques con nosotros. Hoy te
obsequiamos la certeza de una línea directa sin cómputos o vencimientos y
sin necesidad de llamada alguna. Siempre que desees aquí estamos para
que compartas lo que quieras con nosotros.
En oportunidades te hemos intentado defender asumiendo que tu eras
incapaz de cometer errores puesto que nada te faltaba. Hoy asumimos que
intentaremos conocerte tal cual eres para defenderte verdaderamente
ayudándote a que seas mejor persona.
No nos avergonzaremos de vos sino del hecho de que has crecido sin que
ello nos importase y, por momentos, eras un extraño entre nosotros.
Nada es más importante que el hecho de asumir que eres como eres y, tal
vez, necesites de nuestra mano para ser mejor.
Quizás muchas veces nos necesitaste pero no nos dimos cuenta de ello.
También queremos prometerte que nunca ha de haber un programa más
importante que el cuento que tú desees hacernos.
Muchas veces te hemos callado porque tu cuento llegaba en la hora de la
novela, del informativo o del partido.
Hemos visto muchas noticias pero a las noticias más importantes, las tuyas,
nunca hemos tenido tiempo, siquiera, de escucharlas.
Tus juegos nunca aparecen por la tele pero, ahora, te lo prometemos, serán
los más importantes de los juegos por la simple razón de que son los tuyos.
Solamente así podremos estar seguros de que estaremos obsequiando un
mundo mejor.
Te sentirás persona y ello es el mejor de los obsequios.
Tú no quieres el bienestar sino el estar bien y tal cosa comienza desde el
hecho de saberte alguien para nosotros.
Solamente así podremos de saber que te estamos obsequiando aquello que
te regalará el más feliz de tus días.
FELIZ DÍA y………….. si nos olvidamos de cumplir con algo no te quedes sin
hacérnoslo saber. Un abrazo y un beso.
Padre Martín Ponce de León SDB