Voz del Papa
Una Madre que siempre solícita
José Martínez Colín
1) Para saber
En su visita al Santuario de Nuestra Señora de Aparecida, en
Brasil, el Papa Francisco puso a los pies de la Virgen la vida del pueblo
latinoamericano. Invitó a recordar que la Madre de Dios y madre
nuestra intercede siempre por la vida de sus hijos.
El origen de la imagen de Nuestra Señora de Aparecida se
remonta al siglo XVIII cuando fue sacada del río por unos pescadores y
rápidamente manifestó su intercesión al realizar muchos milagros. Su
devoción creció hasta ser nombrada Patrona de Brasil. Es una imagen
de 40 cm y presenta una piel color canela oscura.
2) Para pensar
Una prueba de esa solicitud de la Santísima Virgen lo muestra un
relato que no es difícil de creer, pues siempre está solícita para
salvarnos.
La historia comienza el 12 de octubre de 1995, el día de Nuestra
Sra. Aparecida, durante un programa de televisión donde un pastor
llamado Sérgio Von Helder tuvo un acceso de furia y con una total falta
de respeto por la creencia ajena, comenzó a patear la imagen de la
Patrona del Brasil, generando una de las mayores polémicas religiosas
de la historia de Brasil.
Este pasado tuvo un final más que sorprendente. Tiempo
después del episodio, este Pastor de la llamada Iglesia Universal del
Reino de Dios, comenzó a sentir fuertes dolores en la pierna izquierda,
la misma con que había pateado la imagen. Los dolores aumentaron y
probó varios tratamientos, sin resultados. Los médicos recomendaron
ir a los Estados Unidos en una clínica especializada. Fue y estuvo un
tiempo internado.
Pero había una enfermera que le dedicó, siempre, una atención
especial, lo acompañaba en los momentos más difíciles y de intenso
dolor, principalmente durante las noches en que el dolor no pasaba por
nada del mundo, ella cuidada su pierna y le daba confort y esperanza.
El tiempo fue pasando hasta que por fin se curó.
Su alegría era tanta que quiso dar una fiesta de agradecimiento a
todo el equipo médico. Durante la fiesta, Sérgio notó que la enfermera,
que había sido tan importante en su recuperación, no estaba en la
fiesta.
Entonces fue en busca del Director de la Clínica con el propósito
de saber dónde estaba la enfermera, negra, simpática y atenta que lo
había amparado en todas esas noches de dolor y desespero. Y para su
gran susto, el Director le dijo no conocer a tal enfermera y que no
había ninguna enfermera negra que trabajara en el Hospital. Sergio
insistía preguntando a otros médicos y enfermeras, pero nadie siquiera
imaginaba quién pudiera ser. Fue ahí cuando cayó de rodillas, en
llantos, en plena fiesta, dándose cuenta de lo sucedido. Cayó en
cuenta que todo ese tiempo, la enfermera que estuvo a su lado en
todos esos momentos de dolor y dificultades era Nuestra Señora la
Virgen Aparecida.
Lleno de vergüenza y remordimientos, Sérgio se convirtió al
Catolicismo y hoy cuenta su historia.
3) Para vivir
El Papa, durante su homilía en Aparecida, alentó a los fieles a
mantener la esperanza, pues Dios nunca abandona a sus hijos ante las
dificultades. La solicitud de nuestra Señora es una muestra de ello.
Hay muchas muestras de cariño y amor que María, a pesar de no ser
buenos hijos, no deja de mostrarnos. Nunca olvidemos de acudir a
Ella.
José Martínez Colín es sacerdote, Ingeniero por la UNAM y Doctor en Filosofía por la Universidad de Navarra
( articulosdog@gmail.com )