Conjeturas periodísticas
P. Fernando Pascual
26-10-2013
Acaba de hacerse pública la noticia: dimite un ministro del nuevo gobierno. No hay más datos,
ni se ofrecen ulteriores explicaciones. Una nube de hermetismo impide obtener más
información sobre el asunto.
Los periodistas tienen que escribir acerca del tema. ¿Qué dirán? Si no tienen más
informaciones, si no consiguen explicaciones por parte del ministro dimisionario ni de quienes
lo conocen, pueden optar entre dos alternativas: las conjeturas o el silencio.
Las conjeturas necesitan ser elaboradas con cierto ingenio. Así, un periodista dirá que el
ministro seguramente dimite por una cuestión sentimental. Otro apuntará a un rumor según el
cual en la formación del gobierno el personaje en cuestión deseaba otro ministerio. No faltará
quien alude a un complot secreto desde el extranjero para crear inestabilidad en el país.
El silencio, en cambio, surge cuando uno es consciente de no tener informaciones
suficientemente fundadas como para decir algo sobre el asunto. Lo único que sabemos, por
ahora, es que el ministro ha dimitido, y nada más. Por eso, hay periodistas que se limitan a dar
datos seguros y dejan de lado conjeturas.
Como el ser humano tiene una curiosidad a veces insaciable, las conjeturas venden más que el
silencio. Pero si analizamos a fondo el fenómeno, es profesionalmente más correcto un silencio
prudente ante la falta de datos que no una serie de conjeturas más o menos ingeniosas pero
carentes de fundamentos seguros.
Mientras, nuestro ministro imaginario sonríe al leer y escuchar tantas conjeturas, algunas
realmente disparatadas. Ha dimitido simplemente tras el nacimiento de su cuarto hijo, porque ha
llegado al mundo con una seria enfermedad. Tras haber tratado a fondo el tema con su esposa,
decidió dejar por un tiempo la política para dedicarse a tiempo pleno a su hijo.
Una decisión privada y discreta, que no alcanzan a vislumbrar periodistas caviladores, que
lanzan hipótesis imaginarias y muchas veces erróneas. ¿Será posible algún día un periodismo
más vacío de conjeturas y más lleno de seriedad informativa?