Voz del Papa
La luz de la fe (VII)
José Martínez Colín
1) Para saber
La Sagrada Escritura nos afirma una realidad que podemos
experimentar: el hombre tiene necesidad de verdad, porque sin ella
no puede seguir adelante. Sin embargo, su inteligencia es limitada y
no alcanza toda la verdad. Por ello la fe le ayuda a llegar más allá y
alcanzar al “
verdad completa
”.
Dice el Papa Francisco que la fe sin la verdad sería una bella
fábula o un simple sentimiento que aunque entusiasme, dependería
de nuestros estados de ánimo, sería voluble. Por ello la fe está
sólidamente apoyada en la verdad y, así, puede iluminar toda
nuestra vida e incluso llega a comprender la actuación de Dios.
El Papa nos previene de considerar que sólo hay verdad en la
tecnología, en aquello que el hombre construye y domina, o en los
sentimientos. Con frecuencia se rechaza o se es indiferente a una
“
verdad completa
” por considerarla desconocida o fuera de
nuestro alcance. Pero no es así. No hay que olvidar que la fe nos
remite a esa “verdad completa” (cfr. Luz de la fe, n.25), que hay
que saber proteger, conservar y transmitir.
2) Para pensar
Contaba el que fuera presidente de los Estados Unidos, el
republicano George Bush, cómo no es posible erradicar fe de un
pueblo. Recordaba cuando fue a Moscú a los funerales del líder
soviético Leonid Breznev en noviembre de 1982: “La ceremonia se
estaba desarrollando con tal precisión militar que se tenía la
sensación de vacío y frialdad. Soldados marchando, cascos
metálicos y la habitual retórica marxista. No dijeron ninguna oración
o un himno de consuelo, ni mucho menos alguna referencia a Dios.
Los dirigentes soviéticos habían ocupado sus lugares en las
murallas del Kremlin, mientras la familia del difunto escoltaba
silenciosamente el féretro hasta su última morada. Desde mi sitio,
pude ver a la señora Breznev acercarse al ataúd para darle su
última despedida y, allí, en el corazón frío y gris de ese estado
totalitario, ella depositó, entonces, un crucifijo sobre el pecho de su
marido. Me quedé impresionado. Ese sencillo gesto me hizo
comprender que decenios o siglos de leyes antirreligiosas no pueden
destruir jamás la fe y la fuerza interior en el corazón de todos los
hombres”.
Una fe que está sustentada en la verdad es un fe duradera y
por más que algunos se empeñaran en destruirla, no lo podrán
hacer, pues la verdad les sobrevive.
3) Para vivir
Una de las verdades más importantes que la fe anuncia al
hombre es aquella sobre el amor total de Dios, manifestado en la
persona de Jesús. Si bien, ese amor de Dios se transmite mostrando
lo que Dios ha hecho por nosotros, también puede ser transmitido
con nuestro obrar.
El Señor que envía a sus discípulos a evangelizar, a llevar la
buena noticia de nuestra salvación, les pide que lo hagan mostrando
amor entre ellos. La verdad será acogida cuando se muestre el amor
de Dios hecho vida. Jesús les dijo: “En esto conocerán todos que
sois mis discípulos, si os tenéis amor unos a otros” (Jn 13, 35).
Todos los bautizados somos también enviados a evangelizar, a
transmitir la fe, pero no olvidemos que hemos de hacerlo viviendo el
amor con todos, especialmente con quienes nos rodean.
José Martínez Colín es sacerdote, Ingeniero en Computación por la UNAM y Doctor en Filosofía por la
Universidad de Navarra