NARDO
Padre Pedrojosé Ynaraja
Pese a que nardo y narciso son dos palabras que se asemejan, corresponden a dos
plantas aromáticas totalmente diferentes. Anteriormente me he referido al narciso,
propio y muy abundante en la cuenca mediterránea. El segundo, no, y es del que
escribiré hoy.
He escogido escribir sobre animales y plantas que aparecen en el Cantar de los
Cantares, en este caso, al mencionarla, uno piensa de inmediato en el episodio
evangélico que nos narra Marcos y Juan. El relato de un autor nos haría pensar que
ocurrió en casa de Simón, el otro en cambio en la de Lázaro. No se contradicen
explícitamente. En lo que son unánimes, es que se trata de nardo puro y el
segundo aclara que el recipiente era un frasco de alabastro, dos detalles que ya son
expresivos. El nardo era una esencia carísima y se diluía en otras de menor precio.
Algo así como pasa entre nosotros con la vainilla, que la compramos en la tienda
generalmente vehiculada en azúcar. Yo mismo he querido adquirir nardo en
Jerusalén, nardo genuino solicitaba, y solo conseguí una mezcla, un mejunje, con
otro perfume. El recipiente, que el texto dice era de alabastro, tampoco lo es
exactamente. En realidad eran vidriados y de cuello estrecho, la densidad del
perfume exigían romperlo para lograr perfumar rápidamente, como era el caso. En
el Museo de la flagelación de Jerusalén, hay unos cuantos ejemplares de estos
frascos.
¿Qué era o qué es el nardo? Probablemente es el nardostachys jatamansi,
procedente de una planta que crece en el Himalaya, en alturas superiores a los
3.500m. De sus tallos se consigue el perfume. La dificultad por la situación y la
distancia que separa los lugares, eran las causas de su elevado precio. Pero algunos
autores dicen que tal vez se trate del pistacia terebintus, que crece en Siria, Chipre
e Israel. Produce una resina muy intensa, pero en muy pequeña cantidad, de aquí
que si de esta segunda substancia se tratase, también era muy costosa su
adquisición.
En el Cantar aparece mencionada en dos ocasiones. En 1,12 Mientras el rey se halla
en su diván, mi nardo exhala su fragancia. Reconoce la amada la cualidad que tiene
una fragancia de satisfacer y encadenar al que la siente.
En la otra, 4,14 nardo y azafrán caña aromática y canela con todos los árboles de
incienso mirra y áloe con los mejores bálsamos. Reconoce ella sus dotes de
conquista haciéndose atractiva para su amado.