Copiado de copiado de copiado... ¿y la información?
P. Fernando Pascual
9-4-2014
Hay “datos” que giran de modo caótico por el mundo informativo. Primero, aparecen unos
datos. En seguida, empiezan a girar, sin controles serios sobre su veracidad. Luego, el paquete
gira de medio en medio. Hay quienes añaden nuevos aderezos, ponen moños, liman, aumentan,
corrigen...
Pasan los días, y la información es copiada, y copiada, y copiada: corre rápidamente en el
mercado casi sin controles de Internet, como un plato apetitoso para muchos periodistas o para
personas que reenviar “noticias” a sus conocidos.
Existe un modo de vender informaciones que consiste en recoger esos supuestos datos, copiarlos
y repetirlos una y otra vez. Muchos no ven necesidad de una verificación: si algo ya lleva tanto
tiempo en giro, debe ser verdad. El tiempo ha dejado espacio a la réplica, y ésta parece brillar
por su ausencia.
Existe, sin embargo, otro modo de hacer periodismo. Si uno es consciente de los muchos errores
que se cometen en los copiados de copiados, a veces simplemente por despiste. Si uno percibe
que existen manipulaciones. Si uno comprende que los medios mezclan datos, pseudodatos y
opiniones. Si uno entiende que la verdad muchas veces es recortada según los intereses de unos
y con el deseo de atacar a otros... Entonces es posible que surja un periodista atento, capaz de
filtrarlo todo con un sano espíritu crítico.
Nos puede parecer casi imposible ese tipo de periodismo serio y detallista. En realidad, basta
con tener una mente abierta y un corazón generoso, para que uno se arremangue frente a la
pantalla y empiece a investigar y controlar cada número, cada fecha, cada opinión, cada detalle.
Sin embargo, una voz escéptica susurra: “un periodista así se muere de hambre, pues para
publicar algo necesita mucho tiempo y le pagan poco”. Quizá sea verdad. Pero también lo es que
el mundo necesita ojos abiertos y mentes críticas para salir de la niebla arrojada por
informaciones manipuladas y entrar en espacios de verdad y de honradez informativa.
¿Es posible el milagro? Sí: basta que alguien inicie, con esa actitud sanamente aventurera de
tantos hombres y mujeres que rompieron moldes. Dejaron de lado los copiados de copiados, y
comenzaron a invertir su tiempo para llevar a cabo un control sereno y serio de cada
información que llegaba ante sus ojos.