Voz del Papa
La Iglesia es una familia
José Martínez Colín
1) Para saber
Al hablar sobre la Iglesia, el Papa Francisco comentó que es
“como un hijo que habla de la propia madre, de la propia familia.
Hablar de la Iglesia es hablar de nuestra madre, de nuestra familia.
En efecto, la Iglesia no es una organización privada, una ONG, ni
mucho menos se debe restringir al clero o al Vaticano… La Iglesia
somos todos”.
A veces se suele pensar que la Iglesia son sólo los obispos y
los sacerdotes, pero ellos son sólo una parte, y muy pequeña, de
toda la Iglesia. La gran mayoría la componen personas laicas que
edifican la Iglesia luchando por impregnar de espíritu cristiano las
diversas actividades en que se desarrollan: “la Iglesia somos todos,
todos familia de la madre… Está fundada por Jesús, pero es un
pueblo con una larga historia”.
2) Para pensar
El Papa Francisco recordó que la historia de la Iglesia
podemos descubrirla cuando Dios escogió y le pidió a Abraham que
se marchara, con todos los de su casa, hacia otra tierra que Él le
mostraría (cf. Gn 12,1-9). Después, lo colmará con su bendición,
prometiéndole una descendencia numerosa como las estrellas del
cielo. El primer hecho importante es éste: comenzando con
Abraham, Dios forma un pueblo para que lleve su bendición a todas
las familias de la tierra. Y dentro de este pueblo nació Jesús.
No es Abraham quien construye un pueblo, sino Dios. En la
historia de las distintas civilizaciones, por ejemplo la de Egipto
antiguo o las religiones prehispánicas en América, encontramos un
sentido religioso, en donde es el hombre quien se dirigía a la
divinidad, tratando de salvar la distancia y pidiendo apoyo y
protección. La gente rezaba a los dioses.
Pero en este caso, dice el Papa, somos testigos de algo sin
precedentes: es Dios mismo quien toma la iniciativa y dirige su
palabra al hombre. Es Dios mismo que habla a Abraham. Entonces,
se pregunta el Papa, ¿Dios nos habla? “Sí”. ¿Y podemos hablar con
Dios? “Sí”. Podemos tener una conversación con Dios y esto se
llama oración.
3) Para vivir
Los profetas Isaías y Jeremías decían que Dios es como la flor
del almendro porque es el primer árbol que florece en primavera.
Dios siempre florece antes que nosotros. Cuando nosotros llegamos
Él nos espera. Esto se llama amor porque Dios nos espera siempre.
Dios forma un pueblo con todos los que escuchan su Palabra y
se ponen en camino, confiando en Él. Ésta es la única condición,
confiarse en Dios: “Si tú te fías de Dios y te pones en camino, esto
es hacer Iglesia”.
No obstante, el pueblo formado por Dios no le fue fiel. Es la
historia de la fidelidad de Dios y de la infidelidad del pueblo. Por
eso, si alguien pensara que su vida ha sido muy mala, no debe
desconfiar. Dios no se cansa, tiene paciencia y nos perdona
siempre. Dice el profeta Oseas: “yo he caminado contigo y te he
enseñado a caminar como un papá enseña a caminar al niño”.
Hermosa figura de Dios. Así es con nosotros. Nos enseña a caminar:
¡Es ésta la belleza de la Iglesia, que nos lleva a este Dios que es
Padre, que nos ama, nos acaricia, nos hace sentir su ternura y nos
espera! ¡Y esto es muy bello!, concluía el Papa.
José Martínez Colín es sacerdote, Ingeniero en Computación por la UNAM y Doctor en Filosofía por la
Universidad de Navarra
( articulosdog@gmail.com )