Más allá del microscopio
P. Fernando Pascual
11-10-2014
La ciencia experimental intenta avanzar continuamente hacia la conquista de nuevas fronteras.
Más lejos, con potentes telescopios. Más cerca y más a fondo, con microscopios y aceleradores
para entrar en los misterios de la materia y de la vida de nuestro planeta.
¿Por qué ese anhelo de saber? ¿Qué conquista un científico con nuevos descubrimientos? Hay
en el corazón humano un ansia incontenible por comprender. No basta constatar que algo ocurre
de una manera más o menos fija. Hay que saber qué fuerzas y leyes rigen cada uno de los
fenómenos que observamos.
Algunos conocimientos permiten aplicaciones prodigiosas: mejoras en la agricultura, en la
industria, en la construcción, en la medicina, en la electrónica. Otros parecen quedar en el
ámbito de una curiosidad insaciable: descubrir un nuevo tipo de bacterias exalta a cualquier
joven o no tan joven especialista en biología.
Más allá de lo que pueda ver un microscopio o encontrar un laboratorio farmacéutico después de
muchos experimentos, en la mente y en el corazón de cada ser humano hay preguntas e
inquietudes que superan en mucho el ámbito de lo que se alcanza con los ojos o las manos.
Esas preguntas apuntan hacia el sentido de la vida, hacia el valor del sufrimiento, hacia el
fundamento de la justicia, hacia lo que pueda haber más allá de la muerte, hacia la dignidad del
ser humano (para algunos algo imposible de demostrar).
La ciencia experimental cubre un amplio horizonte de saberes, pero no llega a todo ni a todos:
millones de personas difícilmente comprenderán tantas cosas que un especialista puede llegar a
descubrir al estudiar la materia. Ese mismo especialista, más de alguna vez, se habrá preguntado:
¿somos solamente un puñado de átomos organizados de un modo maravillosamente complejo?
¿Hay algo en el ser humano que dure más allá de lo que la piel pueda encerrar? ¿Existe un Dios
no sometido a las fuerzas de la electrodinámica ni a la teoría de la relatividad?
Más allá del microscopio se abre un universo de preguntas que necesitan ser afrontadas. En la
búsqueda de respuestas está en juego el sentido que podamos dar a nuestra vida y a la de quienes
caminan, ríen, lloran y aman a nuestro lado.