V C ENTENARIO DEL NACIMIENTO DE S ANTA T ERESA DE J ESÚS
A TRIO PARA LA ORACIÓN
Muchas son las enseñanzas que nos ofrece Santa Teresa de Jesús a lo largo de sus
escritos. Podríamos creer que se trata de instrucción para iniciados en la vida mística.
Sin embargo, de la lectura de sus obras podemos extraer pautas que a todos los que
desean avanzar por el camino espiritual de la oración les conviene conocer.
El silencio es una de las indicaciones de los maestros espirituales. Es el
microclima donde se escucha mejor a Quien nos habita por dentro, y que, como dice san
Ignacio de Loyola, es el que nos insinúa las mociones consoladoras, el Espíritu Santo.
Si para entrar en el castillo interior, en las moradas del alma, es necesaria la
oración, la doctora afirma que esta oración ha de hacerse con consideración, y esta no se
obtiene sin ser conscientes. El silencio ayuda a despertar la sensibilidad y la
consciencia.
E L SILENCIO
“… se pueden imitar los santos en procurar soledad y silencio y otras muchas
virtudes” ( Vida, 13, 7).
,
En silencio y esperanza procurar vivir siempre ” ( Moradas III, 2, 13).
“… con más facilidad se guarda el silencio cada una por sí, y acostumbrarse a
soledad es gran cosa para la oración; y pues éste ha de ser el cimiento de esta
casa, es menester traer estudio en aficionarnos a lo que a esto más nos ayuda”
( Camino de Perfección 4, 9).
“Pasa con tanta quietud y tan sin ruido todo lo que el Señor aprovecha aquí al
alma y la enseña, que me parece es como en la edificación del templo de Salomón,
adonde no se había de oír ningún ruido; así en este templo de Dios, en esta
morada suya , sólo El y el alma se gozan con grandísimo silencio ” ( Moradas
VII, 3, 11).
No es fácil, en la cultura actual, gustar la anchura del silencio interior. Sin
embargo, cuando se prueba el deleite que se percibe al silenciar las potencias, se
descubre lo que se pierde si no se vive consciente de la presencia interior.