TE PIDO PERMISO
Hoy quisiera me prestes unos minutos.
Te voy a tutear y espero ello no te incomode.
Sucede que quiero, este es un medio ideal para ello, dirigirme a vos.
Dirigirme a vos para desearte una MUY FELIZ NAVIDAD.
Es un deseo que te lo digo desde lo más profundo de mi corazón.
Ese deseo que se formula mirando a los ojos.
Ese deseo que se realiza en el sincero deseo de expresar lo mejor.
No te deseo pases bien una fecha.
No te deseo tengas una buena comida o te realicen unos útiles regalos.
Navidad está lejos de ser cualquiera de esas dos cosas.
No podría desearte algo de corazón para cualquiera de esas dos cosas.
No porque no tengan alguna importancia sino porque, creo, ocupo mi
corazón en cosas más importantes.
Cosas importantes como todo eso que pongo en ese “Feliz Navidad” que te
deseo.
Navidad es la irrupción del amor de Dios, hecho persona, en nuestra
historia.
Navidad es la irrupción del amor de Dios en tu historia.
Navidad es una tarea de vida donde vos eres muy importante.
Tan importante que eres necesario para que sea.
¿Te das cuenta?
¿Cómo no te lo voy a desear?
Lo que más te deseo es que en esta Navidad seas muy feliz.
Feliz porque dejando que, desde vos, el amor de Dios se haga presencia.
No es un amor para que lo guardes en tu interior.
El amor verdadero siempre es algo que se brinda.
Siempre hay alguien que está esperando, desde vos, poder tener Navidad.
En tu casa porque siempre habrás de encontrar alguien que necesita de tu
cercanía o de tu escucharle.
En tu casa porque siempre puede haber un poco más de unidad.
Con tus conocidos encontrarás quien sepa saberse aceptado y respetado.
Con tus conocidos ya que habrá alguien que necesita tu mano y tu
confianza para lograr sus sueños.
Siempre habrá alguien que te mire para poder esbozar una sonrisa de
optimismo y fortaleza.
Con lo que eres puedes ayudar a otros para que Navidad sea realidad en su
historia.
Nada puede haber más gratificante que el saberte útil para otros y ello es
parte del misterio de Navidad.
Supongo que me dirás que tú necesitas de Navidad.
Sí, ello es verdad.
Vos necesitas de Navidad tanto como Navidad necesita de vos.
Navidad no es una realidad de vida que se hará presente en vos como caída
del cielo.
Navidad será en vos en la medida que te involucres con ella.
Lo primero es que debes experimentar la necesidad de Navidad en tu vida.
Lo segundo es poder mirar la realidad más allá de vos.
Es muy importante y necesario el poder experimentar que nadie es el
centro del mundo.
No puedes mirar al hoy como si fueses lo único existente.
Lo tercero es saber que Navidad no es una realidad que debe quedar en
vos.
Lo cuarto es poder estar disponible para que otros se beneficien de la
Navidad que será en vos como vos te habrás de beneficiar con la Navidad
de los demás.
Pero, también, muy importante es el hecho de tener presentes a esos
muchos que solamente vivirán la Navidad que tu seas capaz de
compartirles.
Están tan descreídos de todos y de todos que ya no creen ni esperan
Navidad.
Están tan dolidos por alguna situación vivida que no se abren a la alegría de
Navidad.
Necesario será tu presencia cercana y tu cercanía respetuosa, que también
son parte de Navidad.
En cierta medida es esta la Navidad que deseo para ti y para tus seres
queridos.
En cierta medida es esta la Navidad que deseo inunde tu corazón y se
derrame a muchos.
Por ello es que te pedí unos minutos ya que no quería decirte de prisa o
como una cosa más: ¡MUY FELIZ NAVIDAD!
Padre Martín Ponce de León