QUISIERA
Señor Jesús, quisiera poder “conversar” con vos.
La verdad es que el “conversar” es, simplemente, una manera de decir.
Quisiera poder hacerte algunas preguntas y escucharte largamente.
Sé que para escucharte debo introducirme en los relatos evangélicos y ello
es lo que ha motivado mi deseo de poder “conversar” con vos.
Realmente estoy desconcertado.
Quisiera saber qué ha sido, realmente, “lo tuyo”.
Voy tratando de adentrarme en los relatos evangélicos y ello no hace otra
cosa que aumentar mi desconcierto.
Voy tratando de entender lo tuyo.
Veo la realidad de lo que, se dice, lo tuyo.
Entre ambas cosas cada vez voy encontrando más distancias.
No me creo un iluminado pero, tampoco, me creo un “fundamentalista”
Quisiera poder escucharte con honestidad, de mi parte, y con corazón
despojado de condicionamientos para recibir lo verdaderamente tuyo.
Lo tuyo es involucrarse con una propuesta de vida que es exigente y
complica la vida.
La tuya no es una propuesta que deja indiferente o de brazos cruzados.
Siempre se está tomando una postura ante tu propuesta y, por ello,
quisiera poder tener la certeza de que lo que busco es lo tuyo realmente.
Lo tuyo es la propuesta de un estilo de vida.
Lo tuyo es una manera de vivir la vida.
Lo tuyo es una lección de actitudes para la vida.
Pero….. ¿lo que me han enseñado?
¿Dónde queda todo eso que la institución ha proclamado durante tanto
tiempo?
¿Qué hacer con esas distancias entre lo tuyo y lo de la institución?
¿Dónde queda eso que, tal vez, he predicado tantas veces?
Quisiera poder sentirte hablar, con sencillez y claridad, sobre lo que fue lo
tuyo para poder saber, de lo nuestro, qué es lo tuyo.
Quisiera poder sentirte hablar para tener en claro que no divago en
realidades carentes de sentido.
Quisiera pode escucharte para saber quedarme con lo esencial e intentar
vivirte desde allí.
No quiero dejarme llevar por mi espíritu crítico para buscar lo tuyo
conducido por mis menguadas fuerzas.
Quisiera no ser un “fundamentalista” que se ata a la letra y no se apea de
ella ni tolera a quien no obra de esa manera.
Quisiera poder escucharte desde esa experiencia de encuentro personal que
es la fe.
Lo tuyo es una propuesta de un estilo de vida hecho compromiso y tarea.
Lo tuyo es actividad que integra, acepta, respeta y dignifica.
Lo tuyo no son prácticas de culto desprovistas de la vida ni celebraciones
recargadas de ritos de espaldas a la vida.
Lo tuyo es encuentro con el próximo.
Un encuentro cargado de respeto y, por lo tanto, despojado de imposiciones
o verdades que hay que imponer.
Es tremendamente desafiante el acercarse a lo tuyo y descubrir que no
impones condicionantes para poder ser de tus seguidores.
Es tremendamente cuestionante el acercarse a lo tuyo y encontrarse con
que vos no te limitas ni restringes tu actuar a los de una determinada
religión.
Es exigente el poder descubrir que lo tuyo no pasa por interrogatorios
previos.
Lo tuyo es toda sencillez y cercanía.
Lo tuyo es misericordia a manos llenas.
Lo tuyo es tan exigente de vivir que no pones otras exigencias.
Pero…………. ¿qué es verdaderamente lo tuyo?
Quisiera poder escucharte para que me lo expliques como para que te
entienda.
Perdón por mi molestarte pero necesito me ayudes a buscarte para ser útil
y coherente para con lo tuyo.
Quisiera………….. y tengo miedo de estar muy equivocado en mi búsqueda.
Padre Martín Ponce de León