Voz del Papa
Evitar ser “vino aguado”
José Martínez Colín
1) Para saber
El Papa Francisco comentaba la invitación de San Pablo a no
conformarnos a este mundo, a no entrar en sus esquemas, sino que
debemos dejarnos transformar y renovar nuestro modo de pensar,
para poder discernir la voluntad de Dios (Cfr. Rm 12, 2).
Y es que los cristianos, señala el Papa, vivimos en el mundo,
plenamente insertados en la realidad social y cultural de nuestro
tiempo, y es justo así; pero esto comporta el riesgo de que nos
volvamos "mundanos", el riesgo de que "la sal pierda sabor", como
diría Jesús (cfr Mt 5,13), es decir, que el cristiano se "disuelva",
pierda la carga de novedad que le viene del Señor y del Espíritu
Santo.
Dice el Papa Francisco que es triste encontrar cristianos
"aguados", que parecen el vino aguado, y no se sabe si son
cristianos o mundanos, como el vino aguado no se sabe si es vino o
agua. Es triste hallar cristianos que ya no son la sal de la tierra, y
sabemos que cuando la sal pierde su sabor, ya no sirve para nada.
Su sal ha perdido el sabor porque se han entregado al espíritu del
mundo, es decir, se han vuelto mundanos.
2) Para pensar
A veces nos falta ver las cosas con fe y caridad, con amor de
Dios. Sucede a menudo que somos muy exigentes ante los defectos
o faltas de los demás, y en cambio somos demasiado indulgentes
con nosotros mismos. Un autor lo explica con distintos ejemplos:
Cuando otro es actúa bruscamente es un perverso , cuando
yo lo hago es debido a mis nervios .
Cuando otro actúa inflexible es un obstinado , pero si yo lo
hago es por firmeza .
Cuando a otro le disgustan mis amigos es que tiene
prejuicios ; pero si a mí me disgustan sus amigos, es que tengo
muy buen criterio .
Cuando alguien trata de ser complaciente, es adulador ; si yo
lo hago es que soy persona con tacto y educación .
Cuando alguien se tarda en hacer algo, es terriblemente
lenta ; pero si yo me tardo es que soy una persona cauta y
prudente .
Cuando otra persona bebe, es una borracha ; si yo lo hago
soy un buen bebedor .
Cuando otra persona descansa, es una floja y perezosa ; si
yo lo hago, es que requiero descanso por trabajo tanto.
Pudiendo continuar con muchas frases, basten estas para
pensar si somos justos en nuestros juicios.
3) Para vivir
El seguidor de Cristo, en unión con Cristo, y por tanto,
permaneciendo viva la fuerza del Evangelio, puede transformar los
criterios de juicio, las líneas de pensamiento y los modelos de vida
(Cfr. Pablo VI, Evangelii nuntiandi, 19).
Para no ser un “vino aguado” es necesario renovarse con el
Evangelio. En la práctica, el Papa recomienda tres cosas: Primero,
leer y meditar el Evangelio cada día, de modo que la Palabra de
Jesús esté siempre presente en nuestra vida. Ayudará llevar siempre
el Evangelio: un pequeño Evangelio, en el bolsillo, en el bolso, y leer
un pasaje durante el día.
Segundo, participar en la Misa dominical, donde encontramos
al Señor en la comunidad, escuchamos su Palabra y recibimos la
Eucaristía que nos une a Él y entre nosotros.
Y tercero, son muy importantes para la renovación espiritual
los días de retiro y los ejercicios espirituales. Evangelio, Eucaristía y
oración. Gracias a esos dones del Señor podemos conformarnos no
al mundo, sino a Cristo, y seguirle por su camino.
José Martínez Colín es sacerdote, Ingeniero (UNAM) y Doctor en Filosofía (Universidad de Navarra)
( articulosdog@gmail.com )