E L PERDÓN
Jesús en la Cruz clamó a su Padre y dijo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que
hacen”.
L AS RESISTENCIAS A PERDONAR
Quienes no perdonan son como los jueces inmisericordes.
Quienes no perdonan arrastran de por vida heridas incurables.
Quienes no perdonan se aíslan en sus feudos egoístas.
Quienes no perdonan sucumben a la tentación del orgullo herido.
Quienes no perdonan se condenan al miedo de la venganza.
Quienes no perdonan se vuelven suspicaces.
Quienes no perdonan no podrán convivir consigo mismos.
P RINCIPIOS DE SABIDURÍA
Perdonad y seréis perdonados.
Tratad a los demás como queréis que ellos os traten a vosotros.
El que siembra vientos cosecha tempestades.
La medida que uséis la usarán con vosotros.
Quien no perdona se condena a sí mismo.
Quienes no perdonan se esclavizan y quedan víctimas del odio
Quien perdona, pero no olvida, queda víctima del resentimiento.
E L BENEFICIO DEL PERDÓN
El perdón es la puerta para acceder de nuevo a la casa de Dios.
El perdón nos rehabilita la identidad filial divina.
El perdón nos posibilita el retorno del exilio.
El perdón nos deja gustar el abrazo entrañable.
El perdón nos regala el vestido nuevo del primogénito.
El perdón nos da la credencial para sentarnos al banquete.
El perdón nos libra de la mala memoria.
L OS FRUTOS DEL PERDÓN
Quien perdona se asemeja a Dios, el único que puede perdonar.
Quien perdona siembra su propio futuro esperanzador.
Quien perdona acierta a caminar libre de rencor.
Quien perdona alcanza la paz.
Quien perdona se libra de llevar cuentas.
Quien perdona acierta a avanzar sin pesos insoportables.
Quien perdona siembra cosecha de misericordia para sí.
L A GRACIA DEL PERDÓN
Quien se siente perdonado renace.
Quien se siente perdonado recupera la alegría.
Quien se siente perdonado unge su historia de hitos bendecidos.
Quien se siente perdonado se vuelve magnánimo.
Quien se siente perdonado ensancha sus entrañas.
Quien se siente perdonado tiene más posibilidad de ser buen samaritano.
Quien se siente perdonado vive agradecido y humilde.