ESCÁNDALO
Desde hace unos días los medios de comunicación ocupan sus espacios en
lo hecho público de la FIFA.
Era una noticia que no tenía nombres pero estaba en la opinión pública.
Era un algo que siempre se comentaba pero no había un algo concreto.
Ahora todos esos comentarios poseen algunos rostros.
Como que la opinión pública sentía el mal olor pero no se sabía, con
exactitud, de donde provenía el mismo.
Por más que alguno diga que “han sido unos pocos” toda la instituci￳n ha
quedado signada por una realidad que la marca y ensucia.
La defensora del “juego limpio” estaba jugando sucio.
La propulsora de las competencias honestas estaba compitiendo con la
deshonestidad.
La que conden￳ una mordida censurable amparaba a quienes “mordían”
para favorecerse.
Es evidente que ante la gran cantidad de ceros que se manejan en sus
cuentas inescrupulosamente deben de haber pensado que nada cambiaría
con destinar algunos ceros a realidades ajenas al deporte.
Así se fue tejiendo una trama donde, tal vez, se consideraban impunes e
intocables.
Todo estalló por culpa del pago no realizado de unos impuestos.
Todo estalló por culpa de un informe que no fue tenido en cuenta.
Todo estalló por culpa de un indagado que se vuelve delator para mitigar su
condena.
¿Todo estalló?
Quien presidía, el último responsable del organismo, puso distancia.
“Son únicamente algunos” “No puedo controlar a todos”
Razones que, en cualquier otro caso, eran suficientes para una dimisión se
transformaron en reelección.
Mientras tanto las investigaciones continúan.
Mientras tanto alguno se recluye en un sanatorio, otros desaparecen y otro
sale de un sanatorio para ir a bailar en una fiesta.
El escándalo continúa.
Es uno de los temas obligados en mucho más de un lugar.
Es un tema que hace despertar muchas preguntas en donde las respuestas
no están a la vista por más que uno las suponga.
¿Sucedía únicamente aquí o sucede con frecuencia en muchos otros
ámbitos?
¿Dónde ha quedado la honestidad?
¿Todo aquel que progresa es merecedor de desconfianza?
¿Es real aquello de que “toda persona tiene su precio”?
¿Si una empresa entrega una coima de cien millones de dólares por un
evento deportivo a cuánto ascienden sus ganancias?
Podría continuar con algunas preguntas más pero……. usted también se ha
formulado otras muchas y ninguna de ellas posee respuesta cierta por ello
no vale la pena continuar con ellas.
Lo cierto y real es el escandaloso mensaje que se ha transmitido.
Sin duda que no es una buena noticia que la realidad ha recibido.
Me dirán que es una buena noticia la demostración de que no hay intocables
para la justicia pero me pregunto si ese es el mensaje que llega.
No es una cuestión de nombres sino una conducta, demasiado común, como
para no despertar admiradores.
Es una conducta que puede ser motivo de imitación por parte de algunos.
Quizás en realidades más peque￱as pero…….
La realidad muestra que se está lejos de un repudio ejemplarizante.
La realidad muestra que el fútbol es un negocio y muy bueno para algunos.
Padre Martín Ponce de León SDB