¿Qué lugar tenemos en el mundo?
Cuidar nuestra casa (5)
Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
Un aspecto importante que el Papa Francisco señala para
tener en cuenta en la ecología es el papel de la persona en su
relación con la naturaleza. Existe el peligro de caer en uno de dos
extremos: o considerar al hombre como dueño absoluto de la
naturaleza, o considerarlo como una más de las criaturas con la
misma dignidad. Para no caer en esos peligros, la fe nos da una luz
que nos permite encontrar el lugar que nos corresponde en la
creación.
Por una parte, el primer peligro, lo encontramos en el libro del
Génesis cuando: “La armonía entre el Creador, la humanidad y todo
lo creado fue destruida por haber pretendido ocupar el lugar de
Dios, negándonos a reconocernos como criaturas limitadas”. Esa
ruptura, dice el Papa, fue el pecado
Aquí vemos que un principio fundamental en la ecología es
que la tierra nos fue dada por el Creador y por ello hemos de saber
respetarla. De hecho, en las primeras páginas de la Biblia se
encuentra el mandato dado al hombre de “labrar y cuidar” el jardín
del mundo, es decir, está llamado a proteger, custodiar y guardar la
tierra.
2) Para pensar
El otro peligro, el de darle a la persona humana la misma
dignidad que cualquier criatura, también acarrea graves males. La
Biblia nos ense￱a que “cada ser humano es creado por amor ,
hecho a imagen y semejanza de Dios”. Con esta afirmaci￳n se nos
muestra la inmensa dignidad de cada persona humana, que no es
solamente “algo”, sino “alguien”. Ello pone al hombre sobre toda las
otras criaturas, pero, como se vio, no para abusar de la naturaleza,
sino para cuidarla por su propio bien.
Hay momentos de la historia que se olvida este lugar de la
persona. Hubo una líder comunista que le cambió la vida al leer en
un peque￱o libro religioso: “Dios te ha dado la vida para que lo
conozcas, lo ames, actúes por Él durante la vida y luego vivas feliz
en la otra vida”. Estas palabras ya no la dejaron en paz y ella misma
decía: “En mis 30 años de comunismo yo jamás había oído una sola
palabra acerca de lo importante que es una persona. Para el
comunismo lo que cuenta es el partido; cada individuo sólo es una
pieza despersonalizada y desechable; únicamente sirve para las
finalidades del partido”. Este descubrimiento despertó en esa
persona un deseo de comunicarlo a los demás. Y después de recibir
la preparación adecuada y bautizarse, se dedicó en adelante a
propagar ese plan de felicidad que Dios tiene para toda la
humanidad.
Pensemos si sabemos darle el lugar que le corresponde a las
personas con las que tratamos que, independientemente de su
forma de ser y sus cualidades, tienen una gran dignidad, la misma
que nosotros.
3) Para vivir
Por no tener claro el lugar correspondiente de la persona en la
creación, se pueden encontrar acciones absurdas donde se valore
igual o más a un animal que a una persona. Por ejemplo, en
Londres una se￱ora dej￳ su fortuna de millones a su gatita “Kitty”
para asegurarle un futuro.
El Papa nos dice en su encíclica que la mejor manera de poner
en su lugar al ser humano es “volver a proponer la figura de un
Padre creador y único due￱o del mundo”. De esta manera veremos
a los demás hombres como sus hijos y a las demás criaturas como
salida de sus manos.
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