Decisiones, procesos y resultados
P. Fernando Pascual
25-7-2015
Cada decisión genera un proceso. Pequeño o grande, irrelevante o decisivo, pero siempre imparable: no
es posible detener la piedra cuando ya ha sido lanzada por la mano.
Una palabra dicha en un mal momento generó un proceso de ruptura en un matrimonio. Un instante de
atención al entrar en la curva evitó un accidente y así el médico llegó a tiempo al quirófano. Una
negativa ante un soborno salvó la conciencia de un político y permitió que no fuese aprobada una ley
inicua.
Así en la vida: continuamente se generan procesos, y muchos de esos procesos surgen desde las
decisiones humanas. Los resultados, luego, son tan diversificados que sorprenden.
Ser conscientes de lo anterior ayuda a pensar mejor nuestras opciones. Vivir al día y dejarse llevar por
las impresiones del momento genera daños que luego lamentamos por meses o incluso por años. ¿Qué
hubiera ocurrido con decisiones más serenas y con gobernantes amantes de la paz y la justicia en la
Europa llena de tensiones en julio de 1914?
El mundo de hoy necesita hombres y mujeres maduros, equilibrados, honestos, prudentes. Personas así
sabrán ponderar aquellas decisiones que más peso tienen para la vida de quienes están cerca o lejos.
Las buenas decisiones tienen en sí un germen de fecundidad y de bien, aunque no siempre se logren los
resultados esperados: el mundo es un misterio de encrucijadas y de enredos, donde la opción justa de
uno queda arruinada por la mala elección de otro.
También ocurre, gracias a Dios, que quien decidió un crimen político sumamente grave se vio
imposibilitado por la ruptura del neumático de su coche, “arreglado” por un mecánico negligente...
Vivimos, por lo tanto, en un mundo lleno de procesos terribles o magníficos, simpáticos o repugnantes.
Cada uno puede poner lo mejor de sí mismo para iniciar procesos que esperamos buenos, y para evitar
aquellos procesos que vemos como malos.
Los resultados definitivos escapan a las mejores previsiones: están dirigidos, misteriosamente, por un
Dios que al final sabe cómo sacar bienes también de los males...