PARA CERRAR EL MES
A lo largo de este mes, con motivo de los 200 años de su nacimiento he
dedicado uno de los artículos a la persona de Don Bosco.
No he pretendido realizar una biografía puesto que ello sería un imposible.
No he pretendido realizar un acercamiento a su persona puesto que ello
sería un atrevimiento de mi parte.
Simplemente, desde la pobreza de estos artículos, le he dedicado algunos.
Su propuesta está colmada de actualidad porque plena de desafíos.
Don Bosco quería a sus seguidores “en manga de camisa” porque
trabajando constantemente por los niños y jóvenes especialmente los de las
clases populares.
Su propuesta es vigente porque desafiando a brindar lo que la sociedad no
brinda.
La finalidad de tal trabajo no es otra que la de construir honrados
ciudadanos y buenos cristianos.
Poco a poco sus continuadores se han ido extendiendo por distintos lugares
del mundo y allí han debido hacer realidad la propuesta de Don Bosco.
Aún estaba con vida cuando partieron los primeros grupos de misioneros
con destino a América.
Venían casi que con lo puesto y dispuestos a aprender.
Aprender el idioma y la cultura.
Aprender a convivir con una realidad que, siempre, se le presentó como
desafiante.
Poco a poco fueron brindando algo de lo que habían visto y aprendido junto
a Don Bosco.
En nuestro país se fueron brindando desde casi todos los departamentos.
Allí fue creciendo la figura de Don Bosco y junto a él la de María Auxiliadora.
Mirando su obra y todo lo realizado, ya desgastado por los años y el
trabajo, Don Bosco exclamó: “Todo lo ha hecho ella”
Es casi imposible separar a ambos.
Siempre juntos en la tarea y en la propuesta de los continuadores de Don
Bosco.
Siempre juntos porque así lo había vivido él.
Nada hizo sin la ayuda de ella.
Era a ella a quien confiaba cada uno de sus emprendimientos.
Era a ella a quien acudía en los momentos difíciles de su prolongada
aventura de servicio y entrega.
Desde el lejano sueño de sus nueve años hasta el ocaso de su vida María
fue siempre una presencia de ayuda, fortaleza y coraje.
“Te daré una maestra”
Así lo vivió y así lo han ido transmitiendo sus continuadores.
Por Don Bosco se llega a María y desde ella a Jesús hecho presencia
constante.
Lo de Don Bosco posee muchos puntos de contacto con lo de María.
Por ello ambos, para lo salesiano, van de la mano.
Han pasado 200 años y aún continúan estando juntos como una realidad
indisoluble.
Ella como fuente inspiradora y él como mano hacedora de constantes
búsquedas audaces.
Ha sido un mes donde diversas actividades han pautado el gozo de una
presencia.
Actividades que manifestaban la gratitud y la actualidad de una tarea.
Actividades donde se unen rostros del ayer y desafíos del mañana.
Actividades que buscan hacer saber que no es un mero mirar hacia atrás
sino que permiten mirar hacia adelante con esperanza, gozo y confianza.
El tiempo ha querido que diversas actividades se suspendieran o
pospusieran.
Es que lo de Don Bosco no puede limitarse a un solo mes.
Lo suyo ha sido de ayer, es de hoy pero, sin dudarlo, continúa mañana y
pasado.
Padre Martín Ponce de León S.D.B.