LA FE PERSEGUIDA
Desde la época de Jesucristo, el cristianismo ha sido perseguido y martirizado, por
eso, hay tantos Beatos y Santos. Han vivido una vida heroica y no han renunciado a
su fe ni aun al costo de su vida.
No hay que remontarse a los primeros siglos, solamente yendo a la revolución de
Rusia en 1917 donde la Iglesia fue perseguida y arrasada, demoliendo templos y
asesinando personas por su Fe, seguían el postulado marxista “la religión es el opio
de los pueblos”. Después, en tiempos de la Unión Soviética, se extendió su política
contra la Fe en los territorios ocupados.
En 1936 la segunda república en España desata una persecución religiosa similar a
la soviética en la que los comunistas asesinaron a miles de religiosos entre hombres
y mujeres, destruyendo templos o convirtiéndolos en cárceles que hacinaban y
torturaban a creyentes para después fusilarlos.
En Cuba, a partir de 1959, la Iglesia ha sido perseguida, ha entregado muchos
mártires. En 1960 fueron expulsados de la Nación 130 religiosos, su equipaje era el
hábito con que vestían y su delito era la Fe que profesaban. Aún se desconoce el
número de mártires allí fusilados por la Fe.
El marxismo construye hombres sin sentimientos ni valores sociales ni fraternales.
Hace del hombre una máquina que solamente obedece y ejecuta órdenes, no
permite utilizar ni la inteligencia ni la voluntad.
Igual fue el sadismo de los nazis: perseguir y destruir la Religión.
Hoy, donde la sociedad avanza en la ciencia y la tecnología y el hombre adquiere
más poder, pero quizás en su adelanto se hace menos compasivo al interpretar las
leyes y se va por encima de las dictadas por El Rey del Universo, las cuales habían
sido el patrón de toda legislatura, específicamente la de los Estados Unidos de
América.
Para la grey cristiana, la ley de Dios es el modelo de moral y vida que debemos
seguir, como así esta expresada en la Tabla de Moisés: los 10 Mandamientos.
Los marxistas rompieron ese modelo para doblegar al hombre y quitarle su
capacidad de ser libre, así es más fácil aplicar sus métodos coercitivos y
esclavizadores, los liberales tampoco pueden regirse por leyes que hablan de
conducta y los ateos quieren crear un mundo sin justicia ni esperanza.
No podemos entender que sistemas democráticos, elegidos por el voto de los
ciudadanos, puedan interpretar o aplicar leyes que van en contra de la decisión de
la mayoría y que cambian totalmente el concepto de lo creado, dañando la obra en
que Dios nos enseñó el modelo de vida: la familia y condenando a quien respeta
ese concepto histórico de la Creación.
Tampoco entendemos que cumplir con el deber: sea obedecer una Orden que
atenta contra la Ley Dios, hay que escuchar primero a la conciencia que la orden
del pecado.
Diego Quirós, Sr.