“Reportaje en torno a mí mismo” (II)
Padre Pedrojosé Ynaraja
No ignoro que tengo albergado en mi subconsciente, o tal vez simplemente en la
memoria, las imágenes de Nôtre Dame de Ronchamp, de Le Corbusier, en Francia,
las de Arcas Reales, de Fisac, en Valladolid y las de Nôtre-Dame de Toute Grâce,
del Plateau d'Assy, también en Francia. Las dos segundas las conozco bien, las he
visitado en diversas ocasiones y he leído algo sobre ellas. Corresponden a la época
de las “iglesias teológicas”, este aspecto debería afirmarse más bien de las dos
primeras. No me atribuiré sus méritos, que superan sobradísimamente mis
capacidades, pero continuaré explicándome respecto a la del hospital de San
Camilo, en Sant Pere de Ribes (Barcelona) de la que ya empecé a hablar, y de la
que, evidentemente, sé algo. Continúo haciéndolo por la excelencia y belleza del
conjunto, del ambiente espiritual que en ella se respira, por su acabado, que sin
pretenderlo, también es decorativo, por su capacidad evangelizadora y la modestia
de los recursos empleados, que están al alcance de cualquiera comunidad (excluyo
de esto último algunos detalles que ya señalaré).
TRES LUGARES FUNDAMENTALES
Como toda iglesia que se precie, se hacen visibles y están centralizados, los tres
lugares fundamentales: la mesa eucarística, el ambón y la silla presidencial. El
entorno debe siempre responder, acompañar y resaltar estos lugares y creo lo
consigue. Recuérdese lo de “Eucaristía edifica la Iglesia y la Iglesia hace la
Eucaristía” (Ecclesia de Eucharistia nº26). Escogimos para ornamentar el espacio
circundante, por nuestra aprecio personal, su versatilidad y su modesto precio, el
cemento portland.
ESTATUAS
Las imágenes tridimensionales, las estatuas, tienen dos inconvenientes. En primer
lugar la dificultad de que sean lo suficientemente expresivas para que atraigan y
susciten la devoción personal e íntima del fiel que las contempla. (Piénsese en
algunas tan apreciadas como la de la gruta de Lourdes, el Santo Cristo de Limpias,
o la “Blanca Paloma,” del Rocío). En segundo lugar, su precio. En el ámbito
religioso, deben siempre encontrarse cómodos los pobres. Más que gastar dinero y
causar asombro, es preciso que resalte la belleza, gratuita de sí, si el artista es
devoto cristiano, como era felizmente el caso de Jaume Sau. En el tercer aspecto es
que corren el peligro de convertirse en un “ídolo” o fetiche, y que se me perdone la
expresión caricaturesca. Estuvimos de acuerdo también, pues, en que utilizaríamos
exclusivamente el relieve.
RESERVA, PERSISTENCIA
Fundamentalmente, la Eucaristía, es celebración, Santa Misa, pero también reserva,
persistencia. La guardamos para auxilio de prisioneros y enfermos desde casi los
inicios de la historia de la Iglesia. Pero algo más tarde se hacía consciente de que
era permanencia, muy apta para la adoración y súplica. El Sagrario, pues, en San
Camilo, está situado cerca. A una altura que posibilite la oración de tu a tu y hasta
abrazarlo. El octógono será el sustento de la preciada caja, en cuyo diseño yo no
intervine para nada. También del lugar para ornamentación floral y de la lámpara,
igualmente de la misma sección. Esta figura geométrica, presente en todo el
espacio, será un símbolo unificador.
La Eucaristía es inseparable de la Iglesia, de su Espíritu y de su historia. El plafón
levantado a su lado cumple esta función, describiendo con imágenes esta realidad
inseparable. El Fuego de Pentecostés, con la expresión Ecclesia a la que asiste y los
símbolos de los santos que la han vivificado y la vivifican: apóstoles, mártires,
fundadores, edificadores de catedrales, protectores de indigentes, peregrinos, etc.
tiene esta pretensión.
SANTA MARÍA
La veneración, el aprecio y la devoción a Santa María, están entrañablemente
anclados en la vida de la Iglesia. En el otro lado de este espacio presidencial,
separado también del presbiterio, está el dedicado a Ella. Un ceramista, cuyo
nombre no recuerdo, vio y escuchó un audiovisual mío que por aquellos días se
había editado en diversas lenguas y sabía yo que había resultado útil para estimular
su amor hacia Ella y la respuesta de Ella hacia el devoto. El artista, de acuerdo con
su genio, elaboró este relieve. Fue libre totalmente de su ejecución y, guste o no
guste, la aceptamos.
Recuérdese que el conjunto de la edificación es hospital, domicilio de la comunidad
religiosa y residencia geriátrica y que esta iglesia estaría, por otra parte, abierta a
cualquier fiel que quisiese entrar en ella desde el exterior. Se entenderá de acuerdo
con los principios enunciados, que a la figura de la Virgen, sin ninguna
particularidad especial, la circunden nombres de lugares emblemáticos para la
mariología (Éfeso, por ejemplo) o de particular devoción. Del entorno catalán o del
más amplio europeo y mundial. Advierto dos cosas al respecto. He recordado
muchas veces que mi primera pregunta religiosa, creo fue esta: mamá ¿la virgen
del Carmen es la misma que la de la Merced?
DOS PROCESIONES
Una segunda cuestión y pequeña historia, la que se dio en Roma, durante una
peregrinación en el Año Santo de 1950. Dirigiéndose hacia San Pedro del Vaticano,
se encontraron dos peregrinaciones de lo que hoy llamaríamos autonomías, con la
reproducción de su Virgen patrona. Se miraron primero sin particular simpatía y
acabaron insultando cada una a la imagen de la otra, con palabras que no es
correcto, ni ahora ni nunca, pronunciar. Si era de suponer que los más habituales
visitantes, estarían aquejados de dolencias o vejez, la invocación del ángulo
superior izquierdo: “Salus infirmorum, ora pro nobis”, respondería a esta situación.
Le he insinuado al Superior de la Comunidad, que podría irse completando el
plafón, añadiéndosele a un lado y en tablillas de madera, por ejemplo, los nombre
de otras advocaciones.
(Continuaré)