Seana y obras menores (IV)
Por Pedrojosé Ynaraja
Me he referido al interior de la iglesia del hospital de San Camilo, en Sant
Pere de Ribes. No ha sido este el único encargo que me han hecho o que he
realizado por iniciativa propia. Continúo hoy y acabo, refiriéndome a otras
realizaciones. No es otra la finalidad que la de ofrecer unos ejemplos de lo
que se puede hacer hoy en día con dignidad y sin que suponga grandes
gastos. Belleza en la austeridad, casi pobreza, ha sido siempre mi deseo.
SINGULAR Y MODESTO
Me voy a referir a un proyecto singular y modesto. El entonces obispo de
Solsona, Mons. Tarancón, confió a Mn Alsina su deseo de crear un territorio
parroquial nuevo y su respectiva iglesia. Solicitó ayuda a Mn Ballarín, quien
diseñó el edificio. Ambos son amigos míos desde hace muchos años. Se
encargó de los cálculos de estructuras y otros aspectos técnicos Mn Ferrán.
Mn Alsina tomó la iniciativa empresarial y, acabada la obra pensaron que
debía ser otro sacerdote quien se ocupara de las imágenes que adornaran el
interior. De aquí que me lo pidieran a mí.
Solicité la colaboración de María Rosa Sallés Singla, buena amiga mía y
buena artista, que acepto muy complacida. Nos presentamos al atardecer
de un determinado día. Pasamos un buen rato dentro del recinto para
empaparnos de sus dimensiones y de su perfume espiritual. Se nos indicó
que disponíamos de dos grandes superficies de 100x300 cm. Según creo
recordar. Empapados del ambiente, nos retiramos a la vivienda parroquial y
empezamos a sacar conclusiones.
EL ARCÁNGEL SAN MIGUEL
Si el patrono de la parroquia era el Arcángel San Miguel y debía figurar la
imagen de Santa María, debía huirse de que pareciera, por formas y niveles,
un matrimonio. La imagen de la Virgen aparecería sentada y con los brazos
en el regazo en actitud maternal. El plafón debía presentar un gran espacio
desnudo para significar la trascendencia que se encerraba en su aceptación
generosa. Diseñar a san Miguel presenta ciertas dificultades. Tres
personajes se presentan de manera semejante. El mismo arcángel
venciendo al demonio. San Jorge matando al dragón y, en España al
Santiago Matamoros. Reflexionamos sobre ello aquella misma noche. San
Miguel, ¿Quién cómo Dios? es su significado. Dicen los autores que se
presentó al “ejercito celestial” el misterio de la Encarnación y algunos,
encabezados por lucifer, la estrella más luminosa o portadora de la luz, es
su significado, no lo aceptaron. La imagen del Arcángel lo presenta como
adorador de Dios, con un incensario en la mano, es el símbolo de esta
actitud, mirando a la cruz y pisando la estrella. Nadie lo confundirá con los
otros, evidentemente.
HAN PASADO CUARENTA AÑOS
Al día siguiente celebré misa y asistimos a la parroquial, todavía no se había
instituido la práctica habitual de la concelebración. Consecuencia de la
celebración del Misterio Eucarístico pergeñé, simples garabatos fueron, unas
figuras que más tarde María Rosa convirtió en unos bellos dibujos en
tamaño Din A3 que copiados, adaptados y ampliados, por mi parte en
sólidos y rígidos plafones y trabajados con simples gubias triangulares, dos
o tres de diferentes tamaños y un martillo de tallista fueron las únicas
herramientas necesarias, se acabaron colorearon con simple pintura plástica
y el conjunto barnizado con el más barato y sencillo de composición, el de
nitrocelulosa en mate. Han pasado unos cuarenta años y hace unos meses
visité el recinto. Quedé admirado de su perfecta conservación. Tanto
perfiles como pintura y barnizado.
RECINTOS DE MENOR TAMAÑO
Añado para acabar, unos simples ejemplos entre los que he realizado para
recintos sagrados de menor tamaño. Era el sacerdote de un colegio en el
que se iba a destinar un espacio para oratorio. Entre otras iniciativas, se me
ocurrió que los alumnos podían comprar entre todos una pequeña caja de
caudales. Con unas tablas de centenaria madera de boj, la más dura y
noble de entre las nuestras, dibujé y gravé la escena del Cenáculo. El
diseño proclamaba el contenido, el ser una caja fuerte expresaba que la
Eucaristía era lo más valioso que poseemos.
Para trasladar la Eucaristía de una a otra iglesia de entre las que sirvo, de
una manera digna y para otros fines, con unas tablas de un nogal que había
adornado el jardín anteriormente, en un día ejecuté dos cajas idénticas
ornamentadas con simples cruces. A la que aparece en la ilustración le falta
la cerradura, por simple avería. En el interior está un joyero que para esta
finalidad me regaló mi madre. Por respeto a la dignidad, en el momento de
la fotografía el recipiente estaba vacío. Este Sagrario, su colocación en el
medio del círculo que formamos cuando nos reunimos en oración y la altura
que tiene, sugiere muy bien la compañía y presidencia que Jesús-Eucaristía
ejerce entre nosotros. Podemos tocarlo y besarlo. El que hice para el
colegio, que ya se cerró, lo tengo en mi casa, encima del altar. Cada día por
la mañana, lo primero que hago, es entrar y, hecha la genuflexión
correspondiente, abrazarlo y besarlo, para a continuación, en una propia
letanía elaborada según mis convicciones y sentimientos, ir rezando por
difuntos, enfermos, amigos no bautizados, familiares, bienhechores,
colaboradores y, sin duda, “mis queridos lectores”
UN LAMPADARIO
La otra ilustración se refiere a un lampadario digno y barato. Supuso marcar
con unos listones un perímetro octogonal y colocar en su interior unos
simples tubos de cemento portland. Rellenado a continuación en el espacio
vacío con portland, fijarlo y colocarlo de manera que Ilumine bien el altar
durante la celebración, sin que semeje una lámpara de quirófano. Ojalá
estos escritos sirvan para iniciativas de los lectores que, por supuesto,
pueden solicitarme, si lo desean, más.