DEBEMOS INVOLUCRARNOS
No es necesario mirar muy atrás para tomar conciencia de que la realidad ha
cambiado.
No se necesita de mucho análisis para darnos cuenta de esas nuevas
manifestaciones que dicen de los cambios actuales.
Es evidente que muchos de los cambios hay que asumirlos aunque ello implique un
esfuerzo.
Hay cambios que, al mirarlos, nos hacen saber que “todo tiempo pasado era mejor”
Pero no podemos quedarnos es esa mirada ya que el “tiempo pasado” no existe
más.
No es posible vivir de espaldas al hoy.
Aunque muchas de las realidades del hoy no sean de nuestro agrado.
Podemos asumir nuestra responsabilidad ante muchas de las situaciones que hoy se
dan pero es imposible dar marcha atrás, cambiar la historia y volver al hoy
modificando algunas realidades.
Solamente nos queda asumir nuestro hoy y lo que ello implica.
Con coraje debemos darnos cuenta que el hoy exige respuestas nuevas.
Ello siempre implica correr riesgos.
No debemos temer a la equivocación que las “respuestas nuevas” nos pueden
brindar.
Siempre existe la posibilidad de rehacer nuestro camino y modificar nuestra
respuesta.
Quizás nos sentimos en la necesidad de esperar que otros tomen la iniciativa y
acompañar, apoyar o rechazar tales iniciativas.
Ello es muy cómodo de nuestra parte y no es lo que se espera de cada uno de
nosotros.
Es tiempo de audacia, coraje y creatividad.
Audacia ya que no podemos limitarnos a copiar lo que otros proponen.
Coraje puesto que debemos evaluar con frecuencia lo que vamos realizando.
Creatividad debido a que la realidad nos cuestiona de una manera particular a cada
uno de nosotros.
No aceptar la necesidad de tales cosas es propio de los necios que temen a todo
aquello que puede sonar a novedad.
No necesariamente todo lo nuevo es bueno o necesario.
Debemos buscar y transitar por caminos que ayuden al bien común.
Los cambios no deben ser buscados para fomentar nuestros intereses individuales
ni para acrecentar nuestra comodidad.
Los cambios nuevos que el hoy nos implica deben hacernos asumir un compromiso
y un involucrarnos en ello.
Para ser meros espectadores no es necesario hagamos mucho empeño ya que todo
nos está invitando a tal cosa.
El mundo y el hoy están colmados de espectadores y no son necesarios más.
Debemos animarnos a involucrarnos con lo que somos.
Nada, de todo lo que poseemos es tan valioso como lo que somos.
Ello es, sin duda, el mayor aporte que podemos realizar para la transformación del
hoy.
Debemos ser muy realistas en todo esto de propuestas nuevas.
No pretendamos modificar toda la realidad del hoy.
Tampoco podemos pretender enfrentar situaciones que superan nuestras
capacidades.
Lo nuestro debe ser una respuesta auténtica a lo que está a nuestro alcance
realizar.
En oportunidades deberemos asumir que nuestro aporte será un signo y no mucho
más allá de ello.
El hoy más que lecciones o teorías necesita de esos signos que digan que es posible
la novedad.
Si ese signo lo logramos convivir con otros estaremos realizando un paso
gigantesco ya que el hoy está saturado de individualismo.
Nadie puede decir que esta tarea no es para él.
Todos vivimos tiempos nuevos y debemos responder a ellos.
Padre Martín Ponce de León SDB